“Es imposible y sería ilógico buscar parecidos. No sólo con Gallardo: es difícil encontrar parecidos en las personas, en las maneras de trabajar”. La frase pertenece a Enzo Francescoli, el mánager de River, tras la salida de Marcelo Gallardo, y tiene anclaje en Rosario.

Newell’s busca un director deportivo, que parecía casi resuelto y ahora no, y después un entrenador. En ese orden. Y está bien. Primero un paso y después el otro. Y no al revés. ¿Será así? ¿Habrá director deportivo si no coincide en la elección con el gusto del presidente?

Desde afuera, resta saber cuáles son los lineamientos para la selección del nuevo conductor.

Todo parece indicar que la idea es buscar un profesional con características de juego, menos apegado a los controles defensivos que a la fórmula ofensiva. Facundo Sava es el nombre.

Facundo Sava sería el elegido para tomar las riendas del plantel de Newell's

Y en ese punto surgen unas cuantas preguntas. 

¿Son parecidos Sava y Zielinski, que también está en la lista como segunda o tercera opción? La respuesta es no. En algún momento, apareció el nombre de Gabriel Milito, el preferido del inminente casi descartado director deportivo Aníbal Matellán. Parece bastante improbable porque no convence demasiado al presidente Ignacio Astore y esa diferencia marcaría el quiebre entre el club y el ex defensor de Boca. Pero, en cualquier caso, Milito sería una tercera característica. Más parecida a Sava que a Zielinski, pero diferente.

¿Cómo se elige el nuevo DT? ¿Primará el gusto del director deportivo, si es que existe, o la elección estará más de acuerdo con las capacidades y utilidades que tiene el plantel con el que Newell’s va a afrontar lo que vendrá?

La lógica sería que la institución tenga una línea definida y el nuevo entrenador se adapte a las características del plantel. Y no al revés.

El club debe marcar el rumbo. Y de acuerdo a lo que pretenda, elegir.

Sava, Zielinski, Milito y Munúa, por mencionar a los que más se nombran -se podría agregar a Palermo-, son todos distintos.

¿Newell’s busca un entrenador para darle una línea de juego al equipo o sólo un reemplazante de Sanguinetti? Archu es más parecido a Zielinski y a Munúa, pero el preferido es Sava.

Otro tema, las espaldas de los entrenadores miden distinto. El impacto de una mala campaña, o floja, sería absorbido de diferente manera. En las buenas, todos son Guardiola.

La lógica sería que la institución tenga una línea definida y el nuevo entrenador se adapte a las características del plantel. Y no al revés

Desde la salida de Martino, hace casi una década, Newell’s no da pie con bola en el rubro entrenador. Hubo buenos y malos momentos, pero muy efímeros los buenos.

Está muy bien el estilo Martino y hasta sería saludable que fuera hombre de consulta, pero inexorablemente sale a flote una nueva pregunta. ¿Tiene plantel Newell’s para practicar el estilo Martino? ¿Cuenta con fondos para armar un plantel para ese fin?

“Es imposible y sería ilógico buscar parecidos. Es difícil encontrar parecidos en las personas, en las maneras de trabajar”, dice Francescoli.

Newell’s padeció, y mucho, la salida del Tata por dos motivos fundamentales. La primera fue la sucesión de derrotas en los clásicos. Y la segunda, una obsesiva compulsión por el estilo Martino. Jugar con sus formas, sin Martino.

Coria, ex ayudante de Martino, hizo una buena campaña como interino (Archivo)

La respuesta la tiene, involuntariamente, Marcelo Bielsa. Y su reflexión puede ser una buena guía (siempre debería serlo) para la dirigencia de Newell’s que busca una nueva conducción de la línea de cal para afuera.

“Una de las virtudes de los entrenadores es la flexibilidad. Es decir no enamorarse de sus propias ideas, pero a su vez uno tiene que enamorarse para convencer porque si no cree a muerte en sus ideas... Entonces hay una mezcla de humildad para no ser soberbio y no cambiar de idea y una necesidad de convicción para defender las ideas que eligió. Yo no cedo mis ideas. Y no lo digo como una virtud sino como un defecto... He sacrificado cosas por no conceder a mi forma de interpretar mi oficio”.

Es palabra de Marcelo.