Lionel Messi abrió el partido entre Argentina y Croacia a los 34 minutos del primer tiempo con un gol penal, luego de una falta que le cometió el arquero croata a Julián Álvarez. Después de la victoria, el capitán argentino y algunos de sus compañeros revelaron cómo se prepararon el día anterior en vistas a una posible ejecución durante el juego y en una hipotética definición, ante un especialista como el arquero Dominik Livaković

El portero rival, de 1.88 metros, es un especialista en la materia y venía de atajar cuatro penales (tres ante Japón y uno ante Brasil) por lo que hubo una planificación previa para batir al guardameta.

“Ya sabía de entrada lo que iba a hacer con el penal. Había estado pateando penales en el entrenamiento de ayer (por el lunes) y así como los arqueros nos estudian a nosotros, nosotros también los estudiamos a ellos", explicó Messi en diálogo con TyC Sports luego del partido. 

El rosarino reveló, además, que dentro de la planificación y el estudio hubo charlas con Gerónimo Rulli y Emiliano Martínez, dos de los arqueros del plantel: "Hablamos que era un arquero que esperaba mucho (por Livakovic) y que si esta pelota salía más rápida, por ahí era sorprenderlo y pegarle de una, en vez de mirarlo, porque cuando te aguantan y no se tiran es jodido tomar la última decisión. Pero yo estaba bastante decidido”.

Dibu Martínez, que también tuvo un gran rendimiento bajo los tres palos de la selección, contó que no miró la ejecución en la cancha, un ritual que implementó desde el choque contra Países Bajos, pero que supo que su compañero iba a definir tal como habían ensayado previamente. “Fue fuerte al medio, como lo venimos practicando en la semana. El arquero era muy bueno abajo, esperaba mucho y Leo sabía muy bien lo que tenía que hacer”, dijo.

“A él le gusta preguntar y nosotros le decimos. El que decide después es él, pero escucha la opinión del arquero. Practicó con Gero (Rulli), él se tiraba como lo hacía este arquero que se quedaba parado y se tiraba a último momento”, agregó sobre los entrenamientos. 

El resto es historia conocida. Messi pateó con fuerza, al medio y arriba. Livakovic se jugó a su palo izquierdo y nada pudo hacer para tapar el remate del 10. Fue el 1-0 ante Croacia y el comienzo de la goleada que llevó a Argentina a la final del Mundial