Despedazado por mil partes. Central padeció 90 minutos insoportables el sábado en la cancha de Independiente. Literalmente, se desarmó por completo. Perdió la imagen de solidez, el convencimiento y fundamentalmente, cayó en el resultado y lució deformado. Lo claro es que había perdido aún antes de jugar dado que se desmembró en la pretemporada, incluso tras el mejor lapso desde la estadía de Diego Cocca. Para muestras, vale un repaso.

Para el DT el arquero siempre fue Jeremías Ledesma. En los 26 partidos de su ciclo, el hombre de Pergamino sufrió 34 goles y en líneas generales, mantuvo el alto nivel que lo elevaron a la categoría de indiscutido.

En el lateral derecho, Nahuel Molina jugó como titular en 23 partidos, aunque en uno de ellos fue lateral izquierdo. Solo dejó su lugar en la revancha de Copa de Superliga frente a Aldosivi en Mar del Plata cuando hubo un equipo mixto. Sólo con los números, se explica que haya insistido tanto por su continuidad, que finalmente no llegó a buen puerto.

Entre los centrales, Matías Caruzzo fue inicial en 17 juegos. Hasta el fatídico 0-3 contra Estudiantes en La Plata, sólo faltó contra Gremio en Porto Alegre -por una contractura- y en el mencionado duelo disputado en La Felíz. Su dupla habitual fue Miguel Barbieri con el que compartieron zaga en 9 choques. El hoy jugador de Tijuana se lesionó ante Newell's y allí se estrenó Diego Novaretti con la camiseta canalla. El experimentado zaguero no salió más hasta que llegó a cinco amarillas frente Huracán y por ende, faltó -e hizo falta- en el 0-5 del sábado pasado. A pesar que Novaretti no salió más, Barbieri tuvo la chance de volver a meterse entre los once.

El que sí salió fue Caruzzo. El entrenador lo sacó del equipo tras el 0-3 ante Estudiantes. En conferencia, el DT marcó que el ex Boca y San Lorenzo dejaba el equipo porque Barbieri era más fuerte en el uno contra uno que debía sostener con el Morro García. Hace días aclaró que pidió que apoye desde el banco y que “no paró de arengar a sus compañeros”. Lo cierto que tras ese juego, Caruzzo solo fue al banco ante River y no tuvo minutos a pesar que aquel mediodía Gallardo puso alternativamente a Suárez, Borré, Scocco y Pratto. Tampoco pisó el campo ante Aldosivi que incluyó a Andrada, Rincón y Facundo Bertoglio. Evidentemente, no fue una cuestión de características de los atacantes rivales. Una tendinopatia insercional del aductor derecho lo sacó de la consideración en los últimos dos partidos y luego hizo las valijas rumbo a Argentinos Juniors.

La dupla Barbieri-Novaretti jugó los últimos 5 partidos de Superliga. Antes de eso, Facundo Almada, Marcelo Ortíz y Luciano Recalde sólo tuvieron participaciones esporádicas y Oscar Cabezas se vio marginado por la rotura de ligamentos cruzados de su rodilla derecha.

El lateral izquierdo de Cocca comenzó siendo el que estaba, Alfonso Parot. Hasta que Poncho regresó a Universidad Católica, sólo fue suplente ante Libertad en Paraguay y frente al mismo rival en Rosario no estuvo disponible por una molestia física. Tras su partida, el lugar fue de Emanuel Brítez. El santafesino habitualmente fue lateral derecho en Unión y tras su paso por el Independiente de Holan supo jugar como lateral y central por ambas bandas pero para Cocca casi siempre fue lateral izquierdo. Tal es así que jugó los primeros trece partidos del torneo en ese sitio. Solo salió por recibir la quinta amarilla ante River, tras aquella dura falta ante Santos Borré.

Nicolás Colazo ocupó la banda izquierda ante Aldosivi en el 5-1 en Arroyito, pero frente a Central Córdoba y Boca, jugó Brítez. Es decir que en el mejor momento de Central en el campeonato, Ledesma tuvo delante suyo a Molina, Barbieri, Novaretti y Brítez. En esos cinco partidos, el Canalla sumó 13 puntos productos de cuatro triunfos y un empate y recibió cuatro goles. Dos en la goleada ante Godoy Cruz, uno en la contundente victoria con Aldosivi y el bombazo de Vera Oviedo, de Central Córdoba en Santiago del Estero. La valla estuvo invicta ante River en el Monumental y Boca en el Gigante.

Vale destacar que en el primer mercado de pases que tuvo Cocca en Central, en torno al sector defensivo incorporó a Brítez y Novaretti y por último sumó a Colazo, que tal como lo referenció el entrenador, no es lateral izquierdo pero puede actuar en ese lugar y hasta “le agradeció por adaptarse al puesto”. Se habián ido Alfonso Parot que era número puesto, Gonzalo Bettini que había perdido el puesto a manos de Molina y Luciano Recalde que fue cedido.

En el último mercado, la dirigencia no pudo retener a Nahuel Molina ni Miguel Barbieri. También se fue Matías Caruzzo, que ya no tenía el mismo lugar, a pesar que el DT lo mencionó como titular en sus primeras expresiones públicas de 2020. Para reemplazarlos llegaron Damián Martínez -firmó un día antes de jugar con Huracán-, Cristian González -se sumó el lunes y jugó 75 minutos tras la lesión de Almada- y Joaquín Laso. El zaguero proveniente del San Luis de México fue el primero que llegó -el 14 de enero- y es el último que jugará ya que aún no fue habilitado.

Si bien los equipos no se componen de partes estancas sino que son un todo, es natural que Diego Cocca manifieste que perdió a tres cuartas partes de su defensa y para peor, le consiguieron los reemplazos en la última porción de la pretemporada. El resto de la estructura se sostuvo, con un par de excepciones. Una es una baja nominal, ya que a excepción de el juego disputado en Santiago del Estero, Leonardo Gil había acompañado a Fabián Rinaudo en todos los juegos de la actual Superliga. Sin el Colo, en los dos juegos iniciales Emanuel Ojeda aunque peleará el puesto con Joaquín Pereyra. El otro que falta es el primer defensor del equipo. Si algo hizo bien Claudio Riaño fue desgastar a los oponentes y ensuciar la salida del rival. Si bien Marco Ruben no se niega al esfuerzo y menos con la camiseta de Central, está claro que no hará el mismo trabajo que quien se desempeñaba como centrodelantero antes de su regreso a casa.

Los problemas estuvieron a la vista en el reestreno en el Gigante y luego, se sufrieron las serias consecuencias en Avellaneda. Las soluciones deberá aportarlas Diego Cocca. Tendrá que hacerlo en el contexto y con las herramientas que tiene. A falta de cinco fechas y con todo por definirse, necesita levantar las defensas para no volver a ser atacado por el virus del promedio.