La campaña: El equipo terminó penúltimo en su zona con 14 puntos en 16 encuentros producto de 3 triunfos, 5 empates y 8 derrotas. Anotó 13 goles y recibió 23. Víctor Cuesta fue el que más jugó con 15 partidos, seguido por Banega, Montero y Cocoliso González con 14. El propio paraguayo fue el goleador con 3 tantos, mientras que el pibe Guch, Banega y Herrera anotaron 2 cada uno.
La figura: No hubo un gran destacado pero sí se puede decir que en medio de una campaña muy mediocre, los delanteros González y Herrera tuvieron un rendimiento aceptable y el chico Guch tuvo un buen nivel.
La revelación: El mismo Facundo Guch fue la mejor aparición de Newell's en el semestre. Al pibe le tocó entrar al equipo en un momento álgido y, lejos de amilanarse, mostró atrevimiento y muchas condiciones. Proyecto de cráck.
La decepción: Darío Benedetto fue sin dudas la principal ya que llegó con el rótulo de figura y estuvo más lesionado que disponible. Y cuando jugó se lo notó lejísimos de aquel goleador temible que supo ser, al punto que se fue del Parque sin anotar siquiera un solo gol en los 8 partidos que disputó. Otro que volvió a rendir mucho menos de lo esperado fue Ever Banega. Los silbidos del final son fiel reflejo de ello.
El mejor partido: El triunfo ante Huracán de la penúltima fecha fue lo mejor del equipo. No por mostrar un gran nivel, sino porque era una parada brava en la que el equipo jugaba con la soga al cuello por el descenso. Pero Bernardi armó una táctica adecuada, los delanteros respondieron y La Lepra logró abrochar la permanencia. No hubo mucho más para destacar en el año.
El peor partido: Varios. La goleada 0-5 ante Boca fue lapidaria y el rendimiento más bajo del equipo en el año (lo insólito es que Fabbiani no se haya ido luego de ese partido). En el clásico el equipo no estuvo a la altura nuevamente.
El gol: El mejor del semestre fue el que hizo Cocoliso (en total anotó 5) ante Belgrano por Copa Argentina. El delantero definió con una gran volea una exceleente jugada colectiva del equipo. Fue prácticamente el único momento de lucidez de La Lepra en ese partido y casi igual en el semestre.
Balance: Fue otro pésimo semestre para La Lepra, que solo ganó 3 partidos, terminó en el fondo de su grupo, sufrió una humillación en La Bombonera, volvió a perder el clásico, Belgrano lo vapuleó en Copa Agentina y hasta peleó el descenso hasta el final. Haberlo evitado fue la única buena noticia del semestre, pero no deja de ser un consuelo muy menor.



