En el debut de Lionel Messi en el Parque de los Príncipes, el Paris Saint Germain (PSG) ganó 2 a 1 un duro partido frente al Lyon. Lucas Paquetá abrió la cuenta para enmudecer a los parisinos, pero Neymar, de penal, y Mauro Icardi en tiempo de descuento lograron los tres puntos para el conjunto local. La Pulga, que terminó el partido sentado en el banco, fue protagonista de un momento singular: Mauricio Pochettino lo sacó a 15 minutos del final y el crack rosarino le hizo saber su descontento al dejar el campo de juego.

Poco a poco Leo trata de aclimatarse y en su cuarto partido con la camiseta del cuadro francés volvió a quedarse sin marcar. Además, sustituido por Achraf Hakimi en el minuto 75. Se marchó con semblante serio. No parecía contento.

Poco acostumbrado a salir del campo antes de tiempo, su nueva afición se sorprendió cuando vio el dorsal 30 en la banda para que entrara Hakimi. El cambio no pareció ser del agrado de Messi, seguramente porque sentía que aún podía ayudar al equipo a conseguir los tres puntos, algo que no había podido conseguir hasta ese momento.

Cuando Messi se dirigía al banco, Pochettino se le acercó para dale la mano. El crack de la selección argentina abrió la suya pero no llegó a estrecharla ni se produjo una palmada. Sin pararse, continuó su camino hacia uno de los asientos haciéndole un comentario a su compatriota. Se sentó con cara de pocos amigos y siguió hablando, con Leandro Paredes.


Luego del partido y ya con la agónica victoria por 2 a 1 en el bolsillo, el DT argentino se refirió a esta situación. “Todo el mundo sabe que tenemos grandes jugadores, un plantel de 35 jugadores. Es mi decisión, no podemos jugar con más de 11”, explicó en conferencia de prensa y agregó: “Pienso en qué es mejor para cada partido, para cada jugador, como hace cada entrenador. Estamos aquí para tomar decisiones, a veces puede gustar, a veces no”.

Al ser consultado sobre la reacción del ex Barcelona, se limitó a señalar: “¿Qué le dije a Messi? Le pregunté cómo iba, me dijo que iba bien”.