Uno de los equipos participantes de la Liga Nacional de Vóley que se disputa en Rosario es Argentina U-19, como invitado y para generar una mayor competencia en los chicos de cara al Mundial que se va a desarrollar en el mes de agosto en el país. Allí, brilla Fausto Díaz, de 16 años; y Matías Díaz, de 17; los dos rosarinos del plantel albiceleste.

Fausto es punta de Náutico Sportivo Avellaneda, juega con la 10 albiceleste y buena parte del club Provincial posa sus ojos en él. Sus familiares, amigos y los especialistas que buscan talentos: “Lo más lindo es poder estar jugando en casa y con la familia”, le contó al periodista de Rosario Deportes (Radio 2) Ariel Gómez.

Fausto Díaz todavía está en la escuela secundaria. Cursó este 2022 el 4º año en el Colegio Nuestra Señora de los Ángeles y pasó a quinto. Entre declaración y declaración vinculada al vóley aprovecha para agradecerle a sus compañeros la ayuda que le dan en su ausencia, producto de sus viajes y concentraciones.

Con Fausto, Argentina viene de ganar el Sudamericano de la categoría y se está preparando para la Copa del Mundo que se va a disputar en San Juan del 4 al 13 de agosto.

El pibe de Náutico tiene 16 años y da una pequeña ventaja en años porque el tope de la categoría, que es 18. De todos modos, sabe que al margen de los resultados, es todo ganancia. Argentina perdió en el debut ante Regatas Corrientes y en el segundo duelo se enfrentaba al mítico Boca Juniors.

“Siempre cuesta el arranque y más cuándo jugás contra gente más grande y más experimentada”, expresó Fausto Díaz.

Los pibes argentinos, con Fausto y Matías Díaz, se preparan para el Mundial. (Guillermo Buelga)

El otro representante de la ciudad es Matías Díaz, central de Sonder. El joven de 17 años pelea por un lugar en la Copa del Mundo y se ilusiona, a pesar de que cuando se inició en el deporte, solo lo pensaba como un pasatiempo: "No me lo esperaba, empecé a jugar al vóley para divertirme. Y luego me di cuenta de que podía ser algo más serio".

Y agregó: "Hoy sueño con el Mundial, quiero estar entre los 12. Uno hace muchos esfuerzos para lograrlo. Por ahí uno se pierde cumpleaños, eventos, salidas con amigos, pero el objetivo está claro".

Los pibes saben que es momento de aprovechar, de crecer, de compartir vivencias con la gente de experiencia y de pensar en un futuro profesional en el deporte que aman.