Cuando asumió la presente dirigencia de Newell's, el proyecto era muy claro de parte de su presidente Eduardo Bermúdez: volver a las fuentes, a las inferiores, a esas que tantas satisfacciones le dieron al pueblo leproso a lo largo de la historia.

La base de la campaña en la previa a las elecciones, estuvo en la imagen de un hombre desconocido para el ambiente futbolero pero muy reconocido a nivel mundial desde el rugby, como es Martín Mackey. Hombre ligado a Los Pumas, a la UAR, a un proyecto que marcó un antes y un después en el deporte de la ovalada.

Pero en su camino tenía un nuevo desafío que era trasladar toda su experiencia en el deporte más popular y en Newell's Old Boys. Y comenzó a trabajar -ni bien ganó Bermúdez las elecciones-, a innovar, a generar una cultura a la que nadie estaba acostumbrado en este ambiente y todos se fueron adaptando, desde los entrenadores hasta los propios chicos.

El presidente rojinegro y el resto de la comisión le brindaban todo el apoyo, y en dos años comenzó lentamente a funcionar el proyecto de las categorías menores, a pesar que muchos se resistían, todos iban para adelante y había resultados con jugadores que se promovían, pero los DT de turno se encargaban que no sea progresivo el crecimiento de los pibes, incorporaban más de la cuenta y eso tapaba a las promesas leprosas.

Una fuente cercana al coordinador renunciante y conocedora del mundo ñulista aseguró: "No quería renegar más, le puso mucho esfuerzo y sacrificio a este trabajo, y no respondieron como le habían prometido". Y fue mas allá: "No le pagaban hacía 3 meses, los jugadores que promovían desde las inferiores los venden en porcentaje, no los esperan y traen jugadores sin necesidad".

En dos años, pasaron tres técnicos: Diego Osella, Juan Manuel Llop y Omar De Felippe, los cuales, por necesidades del sistema, por no poder esperar los procesos, incorporaron 30 jugadores. Osella 14, Llop 11 y De Felippe, hasta el momento, 5. Muchas incorporaciones y pocos se recibieron de refuerzos. Y eso atentó contra todas las promesas de la reserva rojinegra.

En estos dos años emigraron muchos jugadores -vendidos en porcentajes y algunos la totalidad- que no sumaron demasiado para las arcas rojinegras y todos son titulares en las instituciones donde fueron trasferidos, como los casos de Ezequiel Unsain (Defensa y Justicia), Guillermo Ortiz (Colón), Lisandro Martínez (Defensa), Jalil Elías (Godoy Cruz), Milton Valenzuela (Columbus de EE.UU.), Franco Escobar (Atlanta United), Eugenio Isnaldo (Defensa), Mauricio Tevez (también en el Halcón de Varela) y el Cata Varela (Godoy Cruz).

Prácticamente se podría haber armado para esta temporada un equipo "casta lepra", pero la decisión dirigencial fue vender e incorporar más de la cuenta, muy alejado de la promesa de campaña.