Nadia Podoroska cerró un año inolvidable. La tenista rosarina quedó eliminada en el torneo de Linz, Austria, al caer en los cuartos de final ante la rusa Ekaterina Alexandrova por 6-2 y 6-1, pero eso no le impidió finalizar la temporada con una gran sonrisa.

Tras meterse entre las mejores 50 del ranking de la WTA y de alcanzar las semifinales de Roland Garros en su primera presentación en París, Podoroska fue una de las protagonistas de los grandes momentos deportivos de la Argentina en un 2020 castigado por el Covid-19.

En el certamen que se juega sobre superficie rápida y bajo techo (202.250 euros en premios) Podoroska, ubicada en el puesto 48 del ranking mundial, cayó contra Alexandrova (33) en 58 minutos de juego.

"Después del gran torneo que tuve en Roland Garros siempre van a estar esas expectativas: cómo juego, de qué forma lo sobrellevo, cómo lo vive el ambiente de afuera. Pero mi forma de encarar esto es abstraerme porque en definitiva no influye en la cancha", dijo Nadia en rueda de prensa.

Sin dudas que es un año muy positivo para mí. Tuve buenos resultados en grandes torneos y voy a poder encarar el próximo año de otra manera, con más claridad en el armado del calendario. Más allá de la pandemia, rescato que en lo tenístico el año fue muy bueno", enfatizó la argentina.

Podoroska cerró en Austria -donde nunca había jugado- su mejor año y en 2021 la espera una temporada repleta de desafíos, entre ellos los Juegos Olímpicos de Tokio.

"De ahora en adelante mucho tiempo no voy a tener. Serán estos días de descanso y después encararé la pretemporada para ir a Australia. Con todo el trabajo que hago desde hace tiempo creo que voy a poder sobrellevar todas las expectativas", indicó.

Y añadió: "Hoy lo que más siento es satisfacción por haber superado adversidades. Si miro en retrospectiva veo que tomé varias decisiones correctas que bien podían haber salido mal. Siento que estoy por el camino correcto".