La ausencia también deja rastros. Y a veces los silencios provocan un ruido molesto. Eso sentían este jueves los pocos asistentes al clásico entre Central y Newell's, el más caliente de los últimos años, jugado en Sarandí y sin público.
La primera sensación, extraña, que sintieron los enviados de Radio 2 y Rosario3.com al arribar al estadio fue no ver a hinchas en los alrededores.
No hubo colectivos con banderas, ni locos gritando y las pinturas propias de un duelo con tanta pasión. “Parece que vinimos a hacer un trámite", fue uno de los comentarios entre los periodistas.
Ya sobre el ingreso, una barrera de control con cuatro policías les regaló otra postal de la ausencia. Una mujer policía la hacía masajes a otro agente. Una espera relajada y sin incidentes, ni siquiera la amenaza. Nadie se peleaba contra nadie.
A 20 metros del estadio, el humo tradicional del choripán. Pero no eran diez o veinte parrillas: apenas un vendedor solitario con un puñado de chorizos y carne sobre las brasas. Lo suficiente para abastecer a dirigentes y periodistas.
La última sorpresa ingrata, aunque sabida de antemano, fue advertir esas tribunas sin hinchas, eso que debería ser base del deporte más popular de Argentina.
Con otras palabras, con el refugio de la metáfora para no caer en la triste literalidad, Jesús Emiliano abrió la transmisión de Radio 2 en la previa. El audio:



