El equipo dirigido por Edgardo Bauza sumó la segunda victoria consecutiva y ahora reúne 31 puntos, para situarse provisoriamente arriba de Boca (28), que jugará este domingo ante Velez Sarsfield en Liniers.
Por su lado, Quilmes continúa retrasado con 13 unidades y su promedio de descenso (1,100) comienza a decaer, lo que genera una verdadera preocupación en su público que ya no tiene empacho en silbar al DT Julio César Falcioni.
El equipo cervecero, de buenos 20 minutos iniciales, se puso en ventaja a los 29m. de la etapa inaugural, con un penal convertido por Claudio Bieler, tras una infracción de Juan Mercier sobre Rodrigo Gómez.
A esa altura del desarrollo, el elenco local era más, porque presionaba arriba, ahogaba la salida de los medios del Ciclón y trataba de progresar en la cancha, a partir de los buenos despliegues de Nicolás Cabrera y Rodrigo Gómez.
De hecho, antes de concretar la apertura, Quilmes había dispuesto de una chance clara, con un remate de Bieler que se estrelló en el travesaño (10m.)
Pero San Lorenzo apeló a la mayor jerarquía individual de sus hombres para pasar a ganar, cuando pocos méritos había realizado dentro del rectángulo de juego.
Así, a los 39 minutos, Héctor Villalba metió un puntazo que le puso fin a una serie de rebotes y consiguió el empate. Y sobre los 44, un remate del uruguayo Martín Cauteruccio, luego de una buena escalada por izquierda de Emmanuel Mas, rebotó en el cuerpo del arquero 'cervecero', Walter Benítez, y la pelota se introdujo en la valla para marcar el 2-1 en favor del visitante.
En el segundo período, Quilmes abandonó el método cauteloso que había enarbolado después de ponerse arriba en la pizarra y buscó mayor juego y profundidad con las entradas de Diego Buonanotte y Rubén Ramírez.
Pero San Lorenzo se abroqueló, casi no dejó espacios y no pasó mayores sobresaltos, a excepción de los últimos diez minutos, cuando los centros invadieron el área de Sebastián Torrico.
El arquero mendocino tuvo intervenciones claves en sendos tiros de Rodrigo Gómez y Emanuel Morales, por ejemplo, pero Quilmes no mantuvo la presión necesaria como para pretender igualar el cotejo.
Y el público cervecero despidió con reprobaciones e insultos a un DT Falcioni, cuya continuidad comienza a ser cuestionada.
San Lorenzo, con oficio, se anotó un nuevo triunfo como para mirar a todos desde arriba. Por lo menos, hasta el domingo.