Este lunes se conoció el dato de que el campeonato del fútbol local, que en principio barajaba como fecha probable de comienzo de la flamante Liga Profesional (LPF) el 25 de septiembre, ahora pasaría al 16 de octubre, siempre de acuerdo con la evolución de la pandemia de coronavirus.

Pero la pregunta de todos es: ¿qué pasará con los clubes argentinos que el 17 deben empezar a competir en la Copa Libertadores?

Porque en el gobierno nacional no descartan que sea declarada la emergencia sanitaria debido al aumento de contagios de Covid-19 en todo el país. Y si eso sucede, quedarían impedidos los viajes al exterior de los participantes de la Copa.

Mientras tanto, y a contramano de todo esto, la decisión de la Conmebol de reanudar la Libertadores es inflexible, lo que deja acorralados a los cinco equipos argentinos que tratan de ponerse lo más en forma posible para volver a competir, si todo sale de la mejor manera, dentro de apenas 10 días, algunos de ellos, como Boca Juniors, con una gran cantidad de contagiados en su plantel.

Si estas dilaciones ocurren con la primera división, ni que hablar del fútbol de ascenso, cuya vuelta en las distintas categorías parece mucho más lejana aún, según estimaron las mismas fuentes.

Varios planteles tienen contagiados en sus filas, tanto de primera división como del ascenso, ya que la Primera Nacional volvió a los entrenamientos mayoritariamente el pasado jueves, pero en algunos casos debieron suspenderlos ya al día siguiente por tener varios futbolistas afectados, como por ejemplo ocurrió con Brown de Adrogué.