“Newell's necesita hacer una venta. Si no es la de Brian Aguirre, tenemos a varios jugadores nuestros que son buscados en los mercados”.

La frase de Pablo Allegri, el vicepresidente de Newell’s, en Zapping Sport, también podría aplicarse a Central. Sin sacarle una coma.

La realidad económica, la historia de ambos clubes, lo marca de esa manera. Son instituciones vendedoras. Necesitan transferir para equilibrar las finanzas. Sobre todo en esta época de vacas flacas y dólares inalcanzables.

Los hinchas y los socios se enojan, pero casi no hay chances de que canallas y leprosos mantengan a Véliz y Aguirre más allá de diciembre en el mejor de los casos.

Brian Aguirre haciendo diabluras con la rojinegra (Alan Monzón/Rosario3)

Si ambas instituciones se acoplaran al clamor popular no sería sencilla su economía. Ningún hincha quiere perder a sus figuras. Y a ninguno de ellos, o a la mayoría, no le interesa la economía del club. Sólo se interesan por lo deportivo. 

¿Cómo hacen Newell’s y Central para no vender a Aguirre y a Véliz con la mega exposición a las que los sometió el Mundial juvenil a pesar de la temprana eliminación?

Casi no hay chances de que canallas y leprosos mantengan a Véliz y Aguirre más allá de diciembre

Uno imparable por derecha y por izquierda, el otro goleador y haciendo un curso acelerado de extraordinario cabeceador, toda una tentación irresistible para el fútbol europeo.

La derrota frente a Nigeria será un argumento para que los interesados puedan bajarles el precio, pero no perderán el interés por llevárselos.

Por supuesto que ambos deben mejorar, pero ese es un curso que hacen cuando se van al Viejo Continente.

Lo Celso creció exponencialmente apenas se fue, Buonanotte ya es mejor que cuando jugaba en Central. Sólo por citar un par de ejemplos notables.

Newell’s necesita hacer una venta importante como mínimo. Y Central también. Si no es Aguirre, será Sforza, o quizás los dos. Si no es Véliz, será Infantino, o Giaccone, o todos.

De hecho, ya hay ofertas, aunque algunas por ahora son informales y otras rumores que cumplen con la estrategia del tanteo. Con una diferencia: Aguirre no tiene cláusula de rescisión. La de Véliz es de 12 millones de la moneda americana.

El gran desafío, el reto de ambas comisiones directivas pasa por un solo lugar: vender sin desmantelar los planteles. Y vender bien.

Véliz no para de gritar goles en Central (Alan Monzón/Rosario3)

El objetivo de Newell’s es progresar en la Copa Sudamericana, sumar en la Liga Profesional y hacer una buena Copa de la Liga para instalarse en otra competencia internacional en 2024.

Las metas de Central son consolidar su posición en la Liga Profesional, ser protagonista en la Copa Argentina, que entre paréntesis le tiene preparadas un par de llaves bastante amigables y también hacer una buena Copa de la Liga para acceder a algún torneo de Conmebol el año próximo.

Aguirre no tiene cláusula de rescisión; a de Véliz es de 12 millones de la moneda americana

Las transferencias de los chicos, que son las figuras de ambos equipos se da de bruces contra esos objetivos. Los grandes ingresos de Central y Newell’s son las ventas y a la vez, los dólares de las competencias internacionales.

Son intereses contrapuestos. Mientras más se vende, más ingresa, pero más se debilitan los planteles para llegar a las competencias internacionales.

Aguirre y Véliz tienen el tachito sobre sus cabezas. Los ojeadores europeos ya los tienen registrados desde mucho antes de la Copa del Mundo juvenil.

Mantenerlos hasta fin de año para no deteriorar los objetivos deportivos sería lo ideal.

Las necesidades casi nunca se asocian con lo conveniente. Tienen caras de herejes y no se fijan en resultados.

También hay que pensar en la vida útil de los deportistas y sus propios intereses. El tren suele pasar una sola vez. Y es cuando hay que subirse.