La realidad económica argentina ha dejado a más de uno boquiabierto desde la asunción de Javier Milei el 11 de diciembre. El dólar, ese indicador que mantiene despiertos a los inversores, ha experimentado un rápido descenso, generando inquietud pero también oportunidades. Vamos a sumergirnos en este mundo financiero y descubrir no solo cómo sobrevivir, sino también cómo prosperar en este desconcertante panorama.
El cambio y sus implicancias en el Dólar
En pocos meses, la economía Argentina pasó de ser predeciblemente desastrosa a ser un terreno desconocido, gracias a las decisiones audaces del equipo de Milei y su ministro de economía, Luis Caputo. Este cambio ha tenido un impacto directo en el dólar, una de las brújulas vitales para los negocios e inversiones en el país.
Para ponerlo en perspectiva, la inflación ha rondado el 36% en lo que va del año, mientras que la subida del dólar apenas llega al 13%. Esto traduce una inflación en dólares del 21%, haciendo que los productos y servicios argentinos medidos en esta moneda sean un 21% más caros. Si esta tendencia persiste, la inflación en dólares podría alcanzar el 124% al final del año, una cifra difícil de digerir.
¿Por qué el Dólar se desploma?
La caída del dólar se atribuye a varios factores fundamentales que no dejan espacio para eufemismos:
1. Absorción de Pesos: La disminución de la liquidez en la demanda de dólares, combinada con emisiones de deuda del Tesoro y estrategias del Banco Central, ha dejado pocos pesos en circulación.
2. Expectativas de Inflación: La creencia de que la inflación disminuirá ha enfriado la demanda de dólares como cobertura, contribuyendo a la baja en su valor.
3. Necesidades de Pesos: La devaluación del dólar oficial ha llevado a una disminución en la actividad económica, obligando a muchos argentinos a usar sus ahorros en dólares para financiar gastos, aumentando la oferta de dólares en el mercado.
4. Mejora en las Reservas: La compra masiva de dólares por parte del gobierno ha consolidado las reservas del Banco Central, fortaleciendo el peso y reduciendo las expectativas de devaluación.
Proyecciones para el Resto del Año
Mirando hacia adelante, es claro que no sabemos qué pasará y siempre aparecen los imponderables pero si queremos planificar, podríamos proyectar una desaceleración en la inflación y un aumento en la tasa de devaluación.
Por esto, no dejaría que el peso nos engañe. En este entorno, las inversiones en pesos se tornan complicadas, especialmente considerando que los bonos ajustados por inflación ofrecen tasas de rendimiento negativas. Y una devaluación no prevista podría borrarnos gran parte de las ganancias del año en un día.
La clave está en medir el rendimiento de las inversiones en dólares, desechando las ilusiones que el vaivén del peso puede provocar.
Para los inversores, especialmente aquellos que han optado por Cedears, la perspectiva en pesos puede ser engañosa. A largo plazo, lo crucial es evaluar el patrimonio y su rendimiento en dólares. A pesar de la actual volatilidad, se podría sugerir a los inversores a mantenerse firmes, enfocándose en acciones, bonos argentinos en dólares y Cedears. Las Obligaciones Negociables en dólares podrían ser recomendadas para aquellos más agresivos.
En definitiva, el dólar se desploma en Argentina, pero ¿es una debacle o una oportunidad? Cuando el año pasado se veían las cuentas del broker subir todos los meses en pesos, era una ilusión. No se estaba ganando. Y ahora cuando se ven las cuentas bajar en pesos, tampoco está perdiendo. Lo importante es evaluar los rendimientos a largo plazo y en una moneda fuerte.
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