SanCor tiene paralizada por tiempo indeterminado la planta que ubicada en la localidad cordobesa de Balnearia, en el departamento de San Justo, por lo que peligra el futuro de los 120 trabajadores que dependen de la misma. Se trata de una de las plantas más modernas de la marca, que se especializa en la elaboración de quesos de pasta dura. La misma se volvió el epicentro de un conflicto salarial que viene de registrar etapas de diálogo entre las partes y sin respuestas favorables a los planteos de los trabajadores.

“Debido a no poder asegurar la operatoria productiva por falta de predictibilidad ante el rechazo de la propuesta efectuada por SanCor en audiencia de fecha 28/12/2020, se ha decidido paralizar la actividad de la planta a partir del día de la fecha y hasta nuevo aviso. Consecuentemente, todo el personal quedará encuadrado bajo el régimen de jornada libre”, decía un cartel que se instaló en la puerta de la Planta, de acuerdo a lo informado por el sitio especializado en lechería EDairyNews.

Según indicaron fuentes cercanas a la cooperativa en una nota de Agustina Devincenzi al medio El Cronista, desde hace un tiempo la planta "trabaja por debajo de su capacidad total "por el quite de colaboración de los propios empleados" y "no por falta de voluntad empresarial". SanCor tomó la determinación de que no entre más producción al predio por el momento.

"La empresa está dispuesta a seguir produciendo. Pero, actualmente, no está ingresando materia prima. Solo se envasa y distribuye la que quedó almacenada, para que no se eche a perder y para así derivarla a las demás plantas. El fin es evitar pérdidas en el caso de que no se arribe a una solución", sostuvieron desde la láctea.

Desde la firma, aseguraron a El Cronista que la de Balnearia se trata de la única planta en la que se presentó un problema. "El resto del personal entiende que Sancor viene dando pasos seguros y que, en tanto logre recuperarse aún más, habrá una recomposición salarial en los términos previstos", señalaron, y agregaron que, a partir del atraso en el pago de los salarios que se produjo por su crisis, "se diseñó un plan para ponerse al día". De hecho, en la planta santafesina de San Guillermo, que entrega quesos frescos, los operarios aceptaron trabajar por jornada libre, "porque saben el esfuerzo que significa para la empresa y cómo viene cumpliendo”, afirmaron.

Desde el medio también agregaron que la cooperativa arrastra una situación financiera compleja desde hace tiempo, pero intenta dejar atrás el magro período de su historia, con un plan que ya puso en marcha. En la cuarentena, duplicó la producción: pasó de un procesamiento de 300.000 litros diarios en marzo a 750.000 litros diarios en la actualidad. "Se empezó a estabilizar económica y productivamente, al igual que se normalizó el pago de la producción y a los proveedores", describieron desde Sancor. 

La cooperativa también busca dejar atrás los años malos y señalaron que se encuentran diseñando un plan para ponerse al día con los salarios y realizar una recomposición de los mismos. 

Período de crisis

SanCor arrastra cinco años de crisis, y le adeuda al Estado alrededor de $6.000 millones (en gran parte a la Afip), y el pasivo a proveedores, al gremio y a los empleados suma otros $6.000 millones, además debe u$s33 millones a un fondo holandés y u$s71 millones al fondo local BAF, más u$s18 millones a Sancor seguros.

Desde mayo de 2017, la cooperativa se encuentra aplicando un plan de reestructuración que busca concentrar las actividades industriales en las plantas más eficientes e incorporar inversores estratégicos, entre otros objetivos.

A finales del 2018, SanCor ya le había vendido el 90% de sus activos a Adecoagro por un monto cercano a los u$s 45 millones. Ese monto se utilizó para cancelar obligaciones que surgen del Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE), que se presentó en el Juzgado Civil y Comercial de Segunda Nominación con Sede en Rafaela a cargo del Juez Duilio Hail.

El 2020 no trajo aparejado un contexto favorable para la recuperación del sector lácteo. El tambero logró sobre el cierre del año un valor de entre 20 y 21 pesos por litro entregado a la industria. Una cifra que igual se sitúa cerca de cuatro pesos por debajo de los costos de producción. De esta manera no pudo sacar ventaja del incremento de hasta un 7% que presentó la producción de leche. 

Del lado de la industria, la misma no logró aprovechar un escenario que se presentó como positivo, donde las exportaciones crecieron a razón del 32%, pero las retenciones limitaron la renta. En el mercado doméstico, los programas Precios Máximos y Cuidados, que impidió sacar provecho de un mayor volumen de ventas.