Dólar, cepo e inflación: las claves del encuentro con el FMI

Cumbre decisiva para el futuro del plan económico. El ministro de Economía jugará sus principales cartas ¿qué prepara?

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Luis Caputo y Santiago Bausili viajarán hoy a Washington, con la misión de encaminar una negociación con el Fondo Monetario que derive en la aprobación de un nuevo acuerdo con el organismo. El ministro va con la novedad de un sobrecumplimiento en la meta fiscal del primer trimestre, algo que hasta hace pocos meses parecía impensado.

El argumento principal de Economía pasa por demostrar que, a pesar de los reparos que viene sosteniendo el propio organismo, el Gobierno sigue logrando resultados positivos tanto en el capítulo fiscal como en el programa monetario, que también contempla un fuerte ajuste en la emisión de pesos.

La magnitud del ajuste monetario está a la vista. También el compromiso del ordenamiento de las cuentas públicas.

Inflación: la otra carta que mostrará Caputo al FMI

El ministro va a plantear que la inflación está desacelerando más fuerte de lo previsto.

Para este mes, en tanto, Caputo lograría mostrar una inflación (IPC) de un solo dígito. Según la proyección de la consultora que dirige Marina Dal Poggetto, la inflación de abril cerraría en torno del 8,9% a pesar de la fuerte suba de las tarifas de gas y de agua potable.

¿La actividad tocó piso?

La cuestión central, en todo caso, refiere a la velocidad de la reactivación de la economía. Caputo intentará convencer a Georgieva de que la inflación está bajando y que la actividad tocó piso.

Se esperan horas de tensas negociaciones en Washington.

El ministro de Economía quiere convencer a los funcionarios del FMI y a los fondos de inversión globales que la economía se encaminó. Pero que necesita de financiamiento para afianzar el ciclo hacia la salida.

La posibilidad de que el Fondo preste u$s5.000 millones como una señal de confianza, en el marco de un nuevo acuerdo, es toda una posibilidad realista. Más difícil de lograr parece tener el guiño de los privados.

Una de las vías posibles es que el organismo sea una especie de garante, y que los privados accedan a un financiamiento.

Siempre con la idea de que esos dólares vayan exclusivamente a engrosar las reservas del Banco Central. Como una muestra de confianza de cara a la salida del cepo, más adelante en el año.

En el FMI ya no disimulan la preocupación por la dinámica cambiaria. Pretenden que Caputo modifique la estrategia con el tipo de cambio inmediatamente.

El reproche consiste en que el "crawling peg" del 2% mensual que decidió la dupla Caputo- Bausili, desde el Banco Central, luce inconsistente con el proceso inflacionario. Una baja inflacionaria como la que se percibe estas semanas no alcanza para hablar de consistencia de largo plazo.

También hay un reclamo por la tendencia bajista de la tasa de interés de referencia.

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