En plena pandemia transformó su producción y ahora invierte en tecnología 4.0

Durante la cuarentena, la firma encaró un proyecto solidario para la provincia de Santa Fe que le permitió diversificar la producción y sumar una nueva unidad de negocios

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No es novedad que la irrupción del coronavirus obligó a muchas empresas a redirigir sus negocios para hacer frente a un contexto que limitó la capacidad productiva y la posibilidad de obtener ingresos. Sin embargo, no toda reinvención respondió a cuestiones exclusivamente económicas. También hubo firmas que realizaron innovaciones hacia adentro, motivadas por un fin solidario y en la búsqueda de aportar valor a sus comunidades.

Este fue el caso de JMG, con base en la ciudad de Roldán y especializada en la fabricación y comercialización de diluyentes y removedores para pintura. En plena pandemia, y en alianza con otros dos actores de la zona, la pyme reconfiguró toda su producción y puso a disposición sus instalaciones para comenzar a fabricar alcohol santizante. El objetivo principal era donar la producción al gobierno de Santa Fe para que este se encargara de repartirlo en lugares considerados estratégicos.

A pesar de haber cumplido esta meta, en la actualidad JMG continúa elaborando dicho insumo, el cual fue incorporado como nuevo segmento de la empresa, a la vez que encaró un importante plan de inversiones para remodelar su planta y equiparse con tecnología 4.0. En este sentido, su titular Román Guajardo señaló a Ecos365 que la crisis atravesada demostró la importancia de asumir desafíos y renovarse contantemente, inclusive en lo que refiere a los equipos con los que cuentan en la fábrica.

Aguarrás, uno de los principales segmentos de producción de JMG.

"Nosotros permanentemente trabajamos en mejorar y más en este contexto. Hoy en día estamos enfocados en dos ejes de crecimiento que son la incorporación nuevas tecnologías para ir hacia lo que es la industria 4.0 y la sustentabilidad ambiental, sumando procesos que nos permitan trabajar más amigablemente con el medio ambiente", aseguró Guajardo, quien a su vez es titular de la firma Diplast, fabricante de envases plásticos, y referente industrial de entidades como Fisfe y UIA Joven.

La primeta etapa comprende la inversión de $20 millones para ampliar la infraestructura de planta de JMG en capacidad de almacenamiento y también en lo que es procesamiento. Para esto último, se vienen adquieriendo nuevos equipos, los cuales son sumados a los procesos productivos de la empresa. Una parte de este presupuesto también está destinada a capacitar al personal de la firma en su uso.

De hecho, Guajardo contó que la renovación también alcanzó a Diplast, que viene de adquirir una máquina sopladora de plástico nueva, la cual refleja el crecimiento de la fábrica en materia de producción ya que durante el año pasado experimentó un fuerte crecimiento que vino de la mano de la industria cervecera.

"Nos contactamos con la Cámara de Cerveceros Artesanales y ahí nos comentaron la necesidad que tenían muchos negocios que habían comenzado a trabajar con delivery, de conseguir envases de plástico descartables para transportar la bebida a domicilio", señaló el empresario y agregó que, en ese momento, contaban con una matriz en formato prototipo, la cual lograron poner en funcionamiento para atender la demanda. Hoy en día producen este nuevo envase a escala industrial y a razón de 40 mil unidades mensuales.

La unión hace la fuerza

Como la mayoría de las industrias, JMG tuvo que cerrar su planta al comienzo de la cuarentena ya que en ese entonces solo se les permitía a abrir a aquellas que brindaban servicios o producían insumos de primera necesidad. Esta situación la motivó a buscar una salida redituable que, a su vez, trajera aparejada un aporte a la sociedad. Así fue como estableció una alianza con otras dos firmas de la zona: Rosario Bionergy (productora de biocombustibles) y Gráfica Fantini, para comenzar con la fabricación y venta de alcohol sanitizante.

"Nació como una iniciativa solidaria para aportar desde nuestras instalaciones, que en ese momento estaban frenadas y solo se permitía su apertura para la elaboración de insumos de primera necesidad como el alcohol. Así que nos lanzamos a fabricarlo en un momento donde había comenzado a escasear y con el objetivo de realizar una donación a la provincia de Santa Fe", precisó el industrial.

Tanto Rosario Bioenergý como JMG pusieron a disposición sus instalaciones y estructura de planta para el proceso de diluido del alcohol y envasado y, por último, Fantini se encargó de toda la parte de etiquetado. Guajardo indicó que antes de entrar en crisis, Vicentín también se sumó a participar con la donación de este insumo que terminaba de prepararse en Roldán.

Alcohol producido por la empresa.

En total, donaron más de 200 mil litros al gobierno provincial y este a su vez lo hizo llegar a distintas reparticiones como: los Ministerios de Seguridad, Salud, Educación y Desarrollo Social, a distintos efectores públicos y a la Empresa de Energía (EPE), entre otros espacios. Incluso una parte también fue cedida al municipio de Roldán.

Guajardo indicó que, por fuera de este proyecto, notaron una fuerte demanda desde el sector privado y decidieron abarcar este nicho por su cuenta. Para esto, tuvieron que liderar una nueva estrategia comercial, tramitando todos los permisos y habilitaciones para poder fabricarlo en la planta y salir a venderlo, meta cumplida y que le permitió a la firma roldanense plantar bandera en un nuevo rubro.

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