Inflación: el dato de mayo se revela el próximo jueves, pero todas las miradas apuntan a junio

Se quebraría este mes la tendencia a la baja de la medición de precios, no sólo por el ajuste de los servicios públicos sino que se prevé que también el aumento de la brecha tendrá impacto

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El próximo jueves se conocerá la inflación de mayo pero todo el foco está puesto en el índice que se conocerá un mes más tarde, el de junio.

Descontando que el indicador del mes pasado será bajo, incluso menor al 5,2% que pronosticó el consenso de analistas consultados por el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que publicó ayer el Banco Central, también empieza a quedar claro que en junio no se podrá sostener la tendencia a la baja que mostró el índice desde principios de año.

El aumento de las tarifas anunciado en la semana pondrá mayor presión sobre los precios y el incremento de la brecha cambiaria tendría un rol decisivo en el quiebre hacia la baja. 

Esa incidencia es mucho menor a la que tuvieron las primeras correcciones en los precios de los servicios públicos entre febrero y abril, lo que se explica porque la suba, si bien abarca a un mayor porcentaje de la población, impacta más en aquellos que consumen menos energía mientras que la primera tanda de quita de subsidios se aplicó sobre los segmentos sociales de más alto consumo, lo que tiene mayor incidencia en el IPC.

El REM espera una inflación en junio superior a la de mayo

En cualquier caso, también implica que el ajuste dispuesto para junio no necesariamente significa un alza de la inflación para el mes. Sin embargo, no son pocos los analistas que advierten que la suba del dólar sí tendrá impacto en el registro.

En el mercado no pasaron por alto un dato clave en ese sentido: mientras el volumen operado en el mercado cambiario oficial se ubicó esta semana en niveles mínimos, a tal punto que el martes se anotó la menor actividad desde el 15 de enero, por el segmento financiero, el contado con liquidación, las pantallas delataron un volumen mayor que en el oficial, una dinámica inédita. La primera explicación a ese fenómeno poco usual es que los importadores están recurriendo activamente a esa canal, lo que hace que la suba en las cotizaciones del dólar financiero pueda filtrar más rápidamente a precios.

La expectativa de que este mes la inflación sea mayor de lo que fue en mayo se plasmó en el relevamiento publicado por el BCRA, según el cual no sólo se producirá ese quiebre este mes sino que la baja de la inflación prácticamente se estanca en torno al 5% entre julio y diciembre.

Ese pronóstico se da de bruces con las proyecciones oficiales que en su momento compartió el ahora ex jefe de Gabinete, Nicolás Posse, durante su informe de gestión en el Senado. En esa ocasión, el ex funcionario anticipó que la expectativa oficial apunta a cerrar el año con una inflación de 140% anual, lo que implica llegar a diciembre con un índice entre 2% y 3% mensual.

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