La Afip sale a la caza de negocios online y emprendimientos no declarados

Se estima que durante 2020 cerraron 7.000 comercios físicos en Rosario, pero muchos reabrieron en formato digital, a veces eludiendo controles. Ahora el fisco pone la mira sobre ellos. Qué requisitos deben cumplir

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Argentina se convirtió en 2020 en el país con el crecimiento de comercio electrónico minorista más rápido del mundo, registrando una suba del 79%, según un estudio elaborado por eMarketer, que colocó a Latinoamérica como la región de mayor expansión en la materia. Los datos parciales (hasta mitad de año) de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (Cace) hablan de un despegue todavía mayor, que alcanzó el 104% sólo en el primer semestre, movilizando más de $314.000 millones. Todo esto en comparación a un 2019 en el que el rubro había crecido 76% interanual.

Estos fabulosos números compensan en parte la brusca caída del comercio físico, que sólo en Rosario implicó el cierre de unos 5.000 comercios en toda la ciudad, según la ONG Concejalía Popular. En el Casco Histórico hablan de la desaparición de 300 negocios (el 10% del total) y más precisamente en calle San Luis, del 20% de los locales de venta minorista y de un 14% de los mayoristas.

El referente de los comerciantes de esa arteria, Miguel Ángel Rucco, explicó que estas bajas afectaron a todos los rubros allí presentes, que van desde indumentaria, hasta accesorios, bazar, jugueterías y alimentos. Pero a su vez destacó que hubo muchos que se pasaron al negocio online, y en esos casos sus ventas crecieron entre un 30% y un 40% en detrimento de las ventas presenciales, vedadas durante meses y luego sujetas a restricciones horarias en la atención.

La situación se replica en otras importantes áreas comerciales de la ciudad. Es decir que si bien en 2020 desaparecieron muchos negocios, también hubo varios que se reconvirtieron parcial o totalmente al formato digital. La drástica reducción de costos fijos como alquiler, impuestos y servicios, el bajo costo inicial, y la posibilidad de tomar pedidos las 24 horas del día llevó a un buen número de comerciantes a embarcarse en esta travesía. El tema es que, a veces por desconocimiento, y otras por ajustar todavía más los gastos, hubo quienes eludieron todo tipo de control fiscal.

En un año tan crítico como el 2020 el fisco y los organismos de control hicieron la vista gorda, otorgando cierta flexibilidad para no asfixiar todavía más a pymes, y dejar sobrevivir a negocios de economía de subsistencia. Pero este año se pondrán más duros. “Estamos en un proceso de análisis e investigación de los rubros que pudieron haber reconvertido sus canales de comercialización, producto de las condiciones impuestas por la pandemia”, informaron desde la sede rosarina de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip).

“Detectamos cambios en la forma de comercializar los productos, por ejemplo un crecimiento de la venta online, y en ese aspecto se está trabajando con la fiscalización”, agregaron desde el organismo a Ecos365. Ocurre que hay quienes en los papeles dieron de baja sus sociedades comerciales porque cerraron el negocio físico, pero continúan plenamente operativos de forma online. También hay emprendedores digitales que alcanzaron un volumen de trabajo importante, pero se siguen manejando sin blanquear operaciones. Y hacia allí parece apuntar los cañones Afip.

Hay quienes justifican la evasión argumentando la enorme presión impositiva del país, que a decir verdad, es sumamente elevada sobre todo si se considera el muy bajo nivel de servicios que ofrece. No obstante, además de constituir un delito, este tipo de actividad irregular abre las puertas a la aparición de estafadores que se multiplicaron en el último tiempo. Sin ir más lejos, desde la Oficina de Defensa al Consumidor revelaron a este medio que las estafas online, demoras o incumplimientos en el comercio electrónico explican buena parte del notable crecimiento del 40% de las denuncias recibidas en 2020.

“A través de todos los medios recibimos un promedio de 20 consultas diarias vinculadas al área financiera, contra tres o cuatro de telefonía y una o dos de servicios públicos”, enumeró su titular, María Julia Bonifacio, y recomendó al comprador examinar detenidamente antes al vendedor, ver qué tiempo tiene en la red social, los seguidores con los que cuenta y las opiniones y calificaciones de clientes, como para tener más certezas de que se trata de un perfil real.

Estamos en un proceso de análisis e investigación de los rubros que pudieron haber reconvertido sus canales de comercialización, producto de las condiciones impuestas por la pandemia”, advirtieron desde Afip

¿Qué cuestiones legales debe cumplir todo vendedor online?

Florencia Diana, abogada de Noetinger y Armando Abogados y socios de Cace, resumió los puntos fundamentales que debe tener en cuenta el comerciante para mejorar la eficiencia del sitio desde una perspectiva legal y prevenir reclamos.

1. Registro de la Sociedad y alta en Afip: debe registrarse en la IGJ o en el registro provincial donde fuera a constituirse como persona jurídica. Luego se la debe dar de alta en Afip.

2. Registro del nombre de la marca: antes de lanzar un producto o servicio a la venta, es clave registrar la marca que será distintiva para esa empresa o servicio, y que será como se identifique desde entonces el emprendimiento en los buscadores y redes sociales. En el caso de que el producto o servicio sea una innovación o una mejora respecto a alguno ya existente, es conveniente patentarlo.

3. Medios de Pago y envíos: el comercio electrónico requiere utilizar de distintos medios de pago, que aseguren, tanto al emprendedor como al consumidor, seguridad y tranquilidad a la hora de utilizar este medio. La opción más sencilla es utilizar marketplaces preexistentes para la venta, ya que estas plataformas cuentan con medios de pago predefinidos. Si se desarrolla una plataforma de venta propia habrá que vincularla con las procesadoras de pago elegidas, lo que requerirá de la firma de un contrato.

4. Mantener siempre bien informado al consumidor: la confianza en el ámbito del comercio electrónico es un elemento fundamental para que el negocio funcione y se desarrolle. Y eso sólo es posible si se comparte información clara, precisa y verdadera respecto de los productos o servicios ofrecidos, así como también acerca de los detalles referidos a la transacción de compra. ¿El envío tiene un costo aparte? ¿Las cuotas tienen interés? ¿Cuál es la política de devolución? Cuando la información que se brinda es confusa o incompleta, se suele terminar en reclamos.

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