El divorcio de Wanda Nara y Mauro Icardi, además de mucho escándalo, promete un multimillonario reparto de bienes, y podría tener implicancias en los futuros contratos del propio futbolista, ya que ella es su representante.
Aunque Icardi viajó a Milán a intentar reconciliarse con Wanda, trascendió que ella está decidida a avanzar con el divorcio por los mensajes que le encontró al futbolista con Eugenia “China” Suárez. Y con eso, empieza otra novela, en este caso sobre la disputa de la fortuna acumulada en estos años por el matrimonio.
Según revelaron en el programa Los Ángeles de la Mañana, habría 60 millones de euros a repartir de la pareja, en concepto de bienes que incluyen una casa en la Argentina, una mansión en París, adquirida a mediados de 2020 tras el paso del rosarino del Inter de Milán al PSG, un caserón ubicado a orillas del lago Como, en Italia, y dinero en efectivo.
A esto se le suman varios autos de alta gama, como un Roll Royce Ghost, un Huracan Spyder y una Lamborghini, además de joyas y obras de arte que elevan mucho más el monto final de la inmensa fortuna.
Wanda aprovechó la separación para retomar el vínculo con su ex Maxi López, con quien mantiene un litigio por deuda alimentaria de sus tres hijos mayores, Valentino, Constantino y Benedicto (las dos nenas, Francesca e Isabella las tuvo con Icardi). Para rehacer su vida, la empresaria le pidió a su ex que le ceda su lujosa mansión de Santa Bárbara, valuada en u$s2 millones.
A cambio, la perdonará la deuda de 12 mil euros mensuales por mantención de sus hijos y le asegurará que no deberá pagarla por varios años.
Por su parte, la China también hace negocios con el escándalo, ya que no para de sumar seguidores en Instagram, y cabe recordar que además de actriz, es influencer. Tiempo atrás había trascendido que cobraba $100 mil por cada historia que sube promocionando un producto. Con más followers, seguramente podrá subir el monto.
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