Malezas y resistencias, un "maridaje" que pone a prueba a los productores

Teniendo en cuenta la foto actual, Ecos365 dialogó con la gerente de la REM de Aapresid, Eugenia Niccia, que analizó las herramientas para combatir un flagelo con fuerte impacto en los campos y el negocio.

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Las malezas resistentes y tolerantes a herbicidas representan un verdadero problema. Y desde la Red de manejo de plagas (REM) de Aapresid, lo saben. Por eso, trabaja en la detección temprana de los casos de resistencias y en la promoción de prácticas tendientes a un manejo más sustentable de las mismas.

Desde sus inicios, acompaña al productor para exponer prácticas y nuevas estrategias pensando en combatir la problemática. La situación amerita un abordaje integral porque las malezas cambian constantemente y los productores, inevitablemente, deben readaptarse.

Para conocer más del mundo de las malezas y las formas de contrarrestarlas, Ecos365 dialogó con la Ing. Agr. Eugenia Niccia, gerente de la REM. Al analizar el escenario, expresó: “la problemática de malezas, lejos de simplificarse, va a ir en aumento de la mano de las resistencias que se están diseminando en superficie, llegando a zonas donde antes no estaban, y del apilado de resistencias en un mismo biotipo generando mayor complejidad”.

Según contó, “hay varias herramientas que permiten abordar el problema, desde aplicaciones que nos ayudan a los controles culturales como monitoreos y registros, hasta herramientas satelitales de equipos pulverizadores que permiten testear y sondear las características ambientales”.

Pero también, destacó la importancia de los cultivos de cobertura: “representan uno de los pilares fundamentales del manejo integral porque nos permite mantener el suelo protegido, derivando en una clara disminución de emergencia de malezas, que va a incidir positivamente en el rendimiento del cultivo posterior”.

Para Niccia, es preocupante el grado de resistencia que se observa en malezas y reconoció que siempre “observamos un incremento de la superficie afectada por malezas en la Argentina”.

Está claro que el clima juega su partido en cada campaña y en el caso de esta problemática no es la excepción, fundamentalmente en años “Niña”.  Al respecto, indicó: “el impacto directo de años secos por un lado repercute en el cultivo dándole menos habilidades competitivas contra las malezas y por el otro puede generar que algunas especies de malezas se vuelvan más rústicas complicando la penetración de los activos y con ello, su acción”.

Deberes antes de cada campaña

La experta de la REM de Aapresid brindó consejos técnicos para aplicar ante el comienzo de cada campaña. En ese sentido, remarcó que “es fundamental llegar limpios a la implantación del cultivo”. Para ello, los herbicidas preemergentes son alternativa más que válida porque además “disminuyen la presión sobre los próximos herbicidas que se utilicen”

Al momento de la siembra, resaltó la necesidad implementar esas viejas y efectivas herramientas culturales (monitoreo y registros) para contar con un relevamiento fehaciente de la situación.

Alerta mundial y preocupación

A fines de abril, la REM confirmó una nueva resistencia a herbicidas (Digitaria sanguinalis a glifosato). Se trata del primer caso reportado a nivel mundial y ahora se elevó a 42 la cifra de biotipos resistentes a herbicidas registrados en Argentina, 28 de ellos con resistencia a glifosato.

El proceso comenzó en marzo de 2019, con la denuncia de un caso sospechoso de resistencia reportada por el Ing. Agr. Ezequiel Odello, en un lote en el noreste de la provincia de Buenos Aires.

Eugenia Niccia compartió con Ecos365 las herramientas útiles para combatir malezas.

Según explicó Niccia, “desde la detección y denuncia de un caso sospechoso por parte de productores y/o asesores a campo, hasta la comprobación fehaciente de la resistencia por parte de especialistas, este proceso lleva varios años”. Justamente, se busca impulsar la sinergia entre actores para la detección de nuevos casos de resistencia y difundir enfoques de manejo integrado.

De todas maneras, lejos de establecer escenarios alarmistas, concluyó que la detección de estas resistencias “son fundamentales en el diseño y promoción de estrategias de manejo de plagas con enfoque sistémico, integrando a los métodos de control químico, practicas complementarias de manejo agronómico como fecha de siembra, arreglo espacial, rotaciones, monitoreo y control biológico”.

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