El Gobierno Nacional busca poner un techo a los acuerdos paritarios en relación a los incrementos salariales. La idea es que ese tope alcance el 30%, sin cláusula gatillo, de manera que los salarios estén en línea con la inflación que Economía proyecta en el 29% para 2021.
En este contexto, y como se viene anticipando desde los propios funcionarios gubernamentales, tampoco se planea continuar los planes de ayuda de la pandemia como IFE ($ 10.000) o el programa ATP, que asistió a empresas ayudándolas a abonar el salario de sus empleados.
Conocido este plan para el 2021, desde la CGT buscan una reunión con el Ministro de Trabajo, Claudio Moroni, para discutir este tema y, además, reclamarán "un seguimiento más enérgico por parte del gobierno a los formadores de precios".
Según los últimos datos (octubre 2020) del Ministerio de Trabajo, los salarios reales de los trabajadores registrados del sector privado que conservaron sus puestos de trabajo se redujeron en 12 meses un 2,3% y acumularon una caída del 13% respecto de octubre de 2017. En el sector público, la pérdida salarial es superior.
Economía avanza con diversas iniciativas. Luego de los acuerdos por los precios de la carne vacuna y el maíz, apunta ahora a las cadenas del trigo y el girasol. Los precios de los alimentos son los que más inciden en la medición de inflación y en los valores de las canastas básicas de indigencia y pobreza.
Por su parte, "Martín Guzmán señaló en un mensaje dirigido a la CGT y a las centrales empresarias que: "Las políticas coordinadas de precios y salarios que se buscan establecer durante 2021 cumplen este rol complementario del esquema de política macroeconómica".
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