Por el clima y los costos, pronostican una caída en la siembra de trigo a nivel nacional

Desde la GEA de la Bolsa de Comercio de Rosario anticipan una reducción del 8% para el área sembrada este año. Sin embargo, si el clima acompaña podría darse una producción de 19 millones de toneladas.

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Respecto del escenario de siembra del año pasado hay diferencias muy importantes. En esta oportunidad, el centro, sur y sobre todo en el oeste de Buenos Aires y Entre Ríos arrancan mejor que hace un año, pero en el resto de Argentina, las condiciones para el trigo en el primer metro del perfil son notoriamente inferiores.

Desde la GEA rememoran que en abril de 2021 se produjeron lluvias muy importantes en Santa Fe y Córdoba, con acumulados de más de 250 mm. Precisamente en la provincia mediterránea es donde más se nota la diferencia entre un año y otro porque en estos momentos “la siembra de trigo arranca en niveles de seco y muy seco”. Y los técnicos advierten: “las condiciones son incluso peor que en el 2020, año de desastre para el trigo cordobés donde la media provincial fue de tan solo 15 qq/ha”.

Teniendo en cuenta que existe una falta de pronósticos de lluvias hasta el 20 de mayo, las actuales condiciones de Niña y la posibilidad de tener un tercer evento “no puede descartarse el derrotero que tomó el trigo en el 2020”. La primera estimación de intención de siembra de refleja que el productor no quiere dejar de hacer trigo pero que hay limitaciones: “la primera es climática y le siguen los problemas de los altos costos y, por consiguiente, la menor fertilización que se plantea hacer”.

El área sembrada estimada por la GEA para el nuevo ciclo es de 6,35 millones hectáreas, 550.000 menos que el año pasado, lo que resulta en una disminución interanual del 8%. “De esta manera quedaría inmediatamente por debajo de la siembra del 2018/19 (6,47 M ha)”, afirman. De todas maneras, admiten que “si el clima no se pone en contra del cultivo, la cosecha podría alcanzar los 19 millones de toneladas”.

No obstante aclaran que el volumen estimado sale de tener en cuenta pérdidas de área en torno a 200.000 ha y un rinde promedio nacional de los penúltimos cinco años de 31 qq/ha. “El último año, dónde el cultivo tuvo un comportamiento excepcional y el rinde país fue de casi de 34 qq/ha, queda descartado de la serie porque la tecnología a aplicar este año será de inferior nivel”, señalan.

Menos tecnología

En las distintas regiones coinciden en una baja de la tecnología por la mala relación insumo/producto: "baja fósforo, un 15 a 20 % en monoamónico en suelos con Fósforo Bray de más de 10 ppm", aclaran y lo dicen por qué van a bajar fertilización en umbrales críticos para la zona.

“En urea la caída estaría entre un 10 y 28%. Subiría también el uso de la labranza convencional para tratar de aumentar las tasas de mineralización para aumentar los nutrientes disponibles”, revelan. Santa Fe, que sembró un récord de trigo el año pasado con 1,32 M ha, bajaría 90.000 ha en el 2022 (6,8%). "No hay interés por trigo, la bolsa de semilla bajó entre 3 y 4 dólares en las últimas semanas, aunque cayó 300 dólares la urea", señalan los técnicos. "Si no llueve en los próximos 20 días, los ciclos cortos intermedios no se van a poder hacer”, concluyen. 

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