¿Por qué los precios de insumos para la construcción duplican la inflación en Rosario?

Si bien no hay tantos problemas de stock como el año pasado, se registran algunas demoras. Dueños de corralones explican el fenómeno

     Comentarios
     Comentarios

Si en el 2020 el problema era conseguir los materiales de construcción, en este 2021 la mayor dificultad pasa por poder pagarlos. Ocurre que en lo que va del año, acumulan subas en torno al 35% promedio según los corralones, y en algunos casos puntuales los aumentos superan el 50%, cuando la inflación medida por el Indec hasta abril (último dato disponible) alcanza el 17,6%. Pero además, las fábricas acortaron los plazos de cobro, y si bien cuentan con más stock que meses atrás, muchos productos tienen demoras en la entrega.

“La inflación de la canasta básica de materiales de la construcción no para, todos los meses sube alguno”, aseveró Miguel Álvarez, referente del corralón Ángel Álvarez, y destacó que los ladrillos, el cemento, el hierro, la arena y la piedra fueron los ítems que más subieron de precio. “En estos seis meses el promedio de suba está en torno al 30% - 35%”, agregó en diálogo con Ecos365. Es decir que en medio año ya se superó la pauta inflacionaria que el Gobierno había fijado para todo el 2021 respecto al índice general de precios.

Boom de construcción

“El año pasado hubo una gran emisión monetaria, y buena parte parte se volcó al mercado de la construcción”, analizó. A eso se sumó que muchos ahorristas vieron cómo se veían limitados en sus posibilidades de gasto, por lo que decidieron apostar a la construcción o refacción de sus viviendas. Esto provocó un fuerte incremento en la demanda, en momentos en que la oferta estaba a la baja por la disparada de casos de coronavirus y las restricciones sanitarias, que obligó a cierres temporales de fábricas del rubro. A su vez, el Gobierno ajustó al máximo la canilla de las importaciones, lo que sumado a problemas gremiales en casos puntuales, como el de la arena y el del cemento, derivó en el faltante de stock.

Hacia fines de 2020, la mayoría de estos inconvenientes se fueron saldando, pero apareció otro punto que tensionó la demanda, según resaltó Álvarez: el nuevo boom en Funes y Roldán. Es que como mucha gente no viajó en el verano por temor a la pandemia, aquellos que tenían un terreno disponible en las afueras aprovecharon para avanzar en la construcción de la casa de fin de semana o en la de una pileta para refrescarse, mientras que algunos de los que ya contaban con esto lo ampliaron o mejoraron. “La producción venía recuperándose lentamente, pero la demanda volvió a dispararse entonces”, señaló. No obstante, pasado el verano, las compras de insumos siguieron altas.

Una demanda que no afloja

“Los despachos de insumos se ubicaron en mayo 58,9% por encima de los registrados el mismo mes del año anterior. En tanto, en los primeros cinco meses del año, se acumuló una suba del 72,70% en comparación con el mismo período de 2020”, indicó el último informe del Índice Construya. “Los despachos después de las restricciones de la cuarentena se mantienen estables, con pequeñas variaciones. La actividad de la construcción mantiene un buen nivel, sostenida por el reinicio de obras, la puesta en marcha de nuevas obras privadas y por obras de refacción / ampliación”, agregó el trabajo que releva a un amplio abanico de proveedores de constructoras.

Con una demanda que no afloja, y pese a que el stock logró recomponerse, el ajuste en la ecuación se dio en los precios, que desde entonces están de salto en salto. “Los valores están subiendo muchísimo. El ladrillo hueco aumentó 54% en el año, el cemento sube entre 3% y 4% mensual, y el hierro de ocho, que tenía un precio internacional histórico de diez dólares, pasó a valer 14 dólares”, enumeró Juan Alberto Fortuna, titular del corralón La Económica. Añadió que si bien no hay tantos faltantes como el año pasado, tampoco es tan sencillo conseguir vigas, ladrillos huecos y aluminio, aunque muchas veces depende del tamaño del comprador.

El ladrillo hueco aumentó 54% en el año, el cemento sube entre 3% y 4% mensual, y el hierro de ocho, que tenía un precio internacional histórico de diez dólares, pasó a valer 14 dólares”, enumeró Juan Alberto Fortuna

Más demanda, menos financiamiento

“A los grandes y medianos, que compran en cantidad, les entregan sin mayores problemas, pero a los chicos no les llegan materiales con tanta facilidad”, dijo. Al tener una posición ventajosa por la alta demanda, las fábricas eligen a quién, cuánto y qué precio vender, lo que impide a las distribuidoras saber a ciencia cierta cuándo dispondrán del material. Y esta incertidumbre se la terminan trasladando al cliente. “No estamos en el escenario del año pasado, cuando en un momento no había nada, hoy si bien tenemos stock, nos encontramos con ciertos elementos como el hierro, clavo, alambre y mallas que no te entregan tan rápidamente, y al haber demoras, tenés que hacer el pedido con más antelación”, planteó Matías Núñez, de La Elena.

Por su parte, Fortuna no dejó de resaltar el cambio de actitud de muchos proveedores. “Antes podías pagar hasta en 90 días, después lo bajaron a 60, a 30, y ahora en algunos casos no te dan más de 15 días”, resaltó. Y claro que ese acortamiento en la cadena de pagos se traslada al cliente final.

Comentarios