Rojkin: "En Latinoamérica, Argentina tiene liderazgo en lo biotecnológico"

En esta entrevista, que es más extensa en video, el presidente de Wiener Lab recorre la historia de un sector que hoy es una de las estrellas de la economía

     Comentarios
     Comentarios

Federico Rojkin, es el presidente de Wiener Lab, la empresa que el año pasado anunció una de las inversiones más importantes de la región, no sólo por el monto si no también porque se trata de un proyecto que sostendrá una demanda de empleo altamente calificados para la investigación, fabricación y exportación de productos biotecnológicos. En esta entrevista, que es más extensa en formato video, recorre la historia de un sector que hoy es una de las estrellas de la economía, pero vale recordar que cuatro décadas atrás hablar de biotecnología sólo quedaba restringido prácticamente sólo los papers académicos.

  

- Cuarenta años atrás ¿qué se pensaba de biotecnología? 

-La biotecnología es una evolución natural de lo que es la bioquímica. La biotecnología es como alguna especialidad, pero el conocimiento sigue siendo el mismo y la base es la bioquímica. Estoy convencido que hacer ciencia, es hacer para conocer y la tecnología es conocer para hacer. Y con todo eso que se sabe ¿en qué lo puedo aplicar?

Nuestra ciudad, nuestra región es un claro ejemplo del conocimiento generado en los centros de investigación, en las universidades que han generado profesionales muy orientados a la investigación. Antes la única empresa biotecnológica era la nuestra pero ahora nuestra región es un clúster donde todo esto se ha amalgamado y ha eclosionado. Es una zona donde el conocimiento, el Estado y el sector privado, creo que es un excelente ejemplo, han surgido un número más que interesante de empresas tecnológicas y emprendedores.

Antes ni siquiera teníamos Secretaría de Ciencia y Técnica de la provincia, pero hay una constante preocupación desde el sector público. En esto ha tenido un rol importante el Polo Tecnológico.

-Cuando ustedes con Wiener Lab aparecieron en escena, lo tecnológico solo estaba asociado al software. 

-Fue un gran trabajo y una visión compartida que debíamos sumarles todas las ramas de la tecnología. Esto es transversal. La tecnología tiene que convivir e integrar y generar sinergía. Hay un excelente clima donde no hay una competencia destructiva. Es para destacar que el sector privado, la universidad y el sector público estén en la misma hace más de 20 años.  

-¿Cuándo arrancaste quién te inspiraba?

-Laboratorios Wiener es una empresa que nace en el año 1960. El fundador es mi padre, bioquímico, que ya falleció. Era docente universitario e investigador. Él vio que los bioquímicos para hacer los análisis se preparaban sus propios reactivos. Con lo cual, cuando vos te hacías los análisis en el laboratorio uno, en el dos o en el tres los resultados eran totalmente distintos porque no había una estandarización de los procesos productivos y eso se estaba dando en Alemania, Inglaterra y Estados Unidos.

La primera empresa que surge dedicada a lo que se denomina IVD, que es diagnóstico in vitro es la nuestra, fuera de estos países. La visión la tuvo mi padre y dedico al desarrollo de este tipo de productos. Y bueno la biotecnología es la evolución lógica de la acumulación de conocimiento y la generación de nuevas tecnologías. Fue la primera empresa en toda Latinoamérica dedicada a esto, incluso antes de que utilice la palabra biotecnología.

¿En qué nos inspirábamos? En la competencia. En ese momento desarrollábamos productos que tengan una prestación equivalente a los que desarrollaban en el primer mundo. Luego, con el paso del tiempo, fuimos generando nuestros propios desarrollos innovadores. Incluso llegamos a tener nuestras patentes. Acá lo que hay que igual es la performance, la prestación del producto y es imposible en bio que uno pueda copiar un producto.

Lo que se busca es tener performance en sensibilidad, en especificidad, en velocidad de reacción, en linealidad, que sea equivalente a otro producto con un resultado que te permita tener un valor diagnóstico o pronóstico de importancia. 

-Tanto Wiener Lab como el sector en la región, ¿dónde está hoy con respecto al mundo?

-En Latinoamérica no hay ninguna duda que Argentina tiene un liderazgo en lo bio. Obviamente que estoy destacando los grandes esfuerzos que se hacen desde el sector público para financiar proyectos de investigación y desarrollo. Eso es meritorio, hay que sostenerlo en el tiempo, hay que mejorar la calidad universitaria y todo eso se va dando. Ahí tenemos una marcada diferencia con otros países de Latinoamérica.

Ahora, la potencialidad que tienen otros países nos saca mucha diferencia. Este sector requiere constante y permanente inversión, el conocimiento y la tecnología cuestan caro. El país ha valorado que la independencia tecnológica es muy importante. Con la pandemia de Covid, el tener conocimiento y desarrollo tecnológico propio ha permitido que empresas nacionales, centros de investigaciones nacionales hayan podido desarrollar un barbijo con propiedades viricidas hasta desarrollar pruebas de diagnóstico o vacunas que se han producido y se siguen validando en nuestro país. Esto nos otorga autonomía y demuestra que ante una nueva eventualidad, Argentina tiene el conocimiento, tecnología, equipo de investigadores y de producción para dar respuesta tecnológica a estos nuevos requerimientos. 

-Veinte años atrás había mucha resistencia científica a salir por fuera del “papers”. Hoy parece haber cambiado. 

-Durante muchos años se ha discutido si investigación básica o investigación aplicada. Creo que eso ya no va más. Las dos son importantes y también es importante la vinculación científica y tecnológica. No solo en el país sino con otros países. No tiene sentido que haya grupos distintos investigando lo mismo no hay complementariedad. La pandemia abrió esas barreras donde se trabajó de manera integrada y colaborativa entre los distintos sectores. 

-Las nuevas generaciones cuando piensan un nuevo proyecto están pensando que sea global, en cómo venderlo al mundo. 

-Eso es muy importante porque para poder ser global hay que ser competitivo. Y para ser competitivo podés orientarlo por el precio o por la innovación. Esto se da mucho en todos estos nuevos emprendedores que hay y fondos de inversión que están apuntando a exacerbar la creatividad, la imaginación y la capacidad de innovación para poder tener un producto que sea innovador en el mundo. Es un gran desafío. 

-Hay una fuerte asociación entre las ciencias de la vida y la inteligencia artificial ¿Qué es lo que te está atrapando a vos?

-Las tecnologías no van por carriles separados. La gran creatividad es ver cómo los hago jugar a todos juntos. Todo es conocimiento y nosotros tenemos la necesidad de encasillarlo. El conocimiento es transversal y la tecnología se nutre de todas las áreas del conocimiento. 

-¿Hay alguien que vos seguís?

-Uno trata de mantenerse informado. A esta altura no soy especialista en nada, menos en inteligencia artificial. Pero trato de compartir con investigadores jóvenes para ver qué lectura hacen. No tengo a alguien a quien sigo como un gurú. Hay muchos. Hay cosas que cambian tan rápido que te cambian el campo de juego y lo que va sucediendo. Hay un dinamismo impresionante. 

-¿Por qué volver a apostar al crecimiento acá en la región?

-Vos te referís al proyecto de nuestra nueva planta. 

-Sí.

-Desde el punto de vista comercial, nuestras expectativas están centradas en seguir creciendo en nuestra área tradicional que es Latinoamérica, pero también crecer en otras partes del mundo. Nosotros somos de acá, estamos acá, confiamos en el país. No está bien el país. Pero bueno, uno es optimista, no porque sea irresponsable sino porque tenemos nuestros intereses acá. Tenemos la universidad a 20 cuadras. Creemos que Argentina en algún momento tiene que mejorar la economía, la seriedad institucional y la seguridad. Estamos acá y nos ocupamos de los negocios internacionales. 

-El Estado financia el proyecto pero a la hora ser cliente es más reacio. 

-El Estado estimula el trabajo conjunto de los centros de investigación con las empresas. Si sos exitoso, lo más importante es que el Estado aproveche el financiamiento que dio y compre productos nacionales. Eso te genera ahorro de divisas porque reemplazas importaciones, generás divisas por exportaciones de productos de alto valor agregado, te permite trabajar en mejora continua del producto porque le vas dando volumen y podés mejorar los costos por economía de escala. Todo eso forma un círculo vicioso. Lo que ocurre es el desorden del Estado. Hay áreas que ni se enteran que nos financiaron el desarrollo de una prueba y después terminamos importando otra. Tradicionalmente este tipo de productos se importaba y cuando tenés producción nacional lleva su tiempo acomodarse. 

-¿Crees que en los próximos años vamos a estar viendo más empresas o hay un límite en la mano de obra?

-Emprendimientos hay muchos y hay distintos financiadores de estos nuevos proyectos tanto en el sector privado como en el sector público. Van a seguir apareciendo proyectos y todos requieren un tiempo de maduración. 

Comentarios