Máximo Paz: un pueblo a 80 kilómetros al sudoeste de Rosario. Allí se instaló Cultura Más Vos este viernes. Una comuna bellísima, tranquila y con gente amigable. A tal punto que fue designada por el gobierno de Santa Fe como “capital provincial de la solidaridad” debido al altísimo porcentaje de habitantes que donan sangre.
Para reflejar la tranquilidad que existe en esta comuna, sólo hace falta mencionar que no existen los semáforos y que sólo dos policías ofrecen sus servicios de seguridad a toda la comunidad.
A pie visitamos cada rincón de la localidad: Las escuelas, los jardines, el Club Atlético Paz y la vieja estación del ferrocarril.
Las calles son asfaltadas. Sin embargo, también hay de ripio y de tierra. Todas son de doble mano. La gente las cruza sin mirar. Hay pocos autos. Ya sea para trabajar o para ir a tomar mates de conocidos, todos se trasladan en bicicleta.
En la plaza Sarmiento se reúne la gente. Enfrente, la iglesia “San Miguel de Arcángel” complementa el paisaje. El templo es histórico: En 1912 se derrumbó por un incendio debido revolución agraria, mejor conocida como el Grito de Alcorta. En sus paredes hay plaquetas que recuerdan el hecho y a los héroes de aquella revolución.
Los juegos clásicos de la caravana educativa y musical se instalaron en el predio de la Sociedad Española. El proyecto itinerante de Televisión Litoral revolucionó la localidad.
Por la mañana, se escucharon los primeros gritos de alegría: Eran los chicos de las escuelas, vestidos de impecables delantales blancos. Sin embargo, esta alegría se fue desdibujando: el desconcierto y la intriga invadieron los rostros de los pequeños sorprendidos por el despliegue de carpas y máquinas.
Familias enteras se acercaron por la tarde. Padres, hijos y abuelos. Nadie quería perderse este día. Compartir experiencias y alegrías, de eso se trata Cultura Más Vos. Que un nieto disfrute con su abuelo los juegos de realidad virtual, con lo generacionalmente significa. Que una familia que vive en una zona rural tenga la posibilidad de verse en la televisión y dejar un mensaje en la radio.
El músico El Villano hizo delirar a un público que colmó el predio y le puso el broche de oro a un día inolvidable. Un día que un pueblo fue alterado por un simple pero hermoso proyecto.
