En el año en que se cumple una década del movimiento Ni Una Menos, las estadísticas del Observatorio de Mumalá registran 228 femicidios en lo que va del año en el país. Como cada año, el 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, y la forma colectiva de visibilizar la problemática será la movilización convocada por la Asamblea Lesbotransfeminista de Rosario, que se realizará este martes desde las 17.30 en la plaza Montenegro, para marchar luego hacia la sede del Gobierno provincial, en la plaza San Martín.

Entre las políticas más persistentes a lo largo de los años en Rosario, están los dos centros de protección, donde se realiza un acompañamiento cercano y clave de mujeres e identidades feminizadas en momentos críticos en que se ven en situaciones de riesgo de vida por la violencia doméstica que padecen. “Algunas llegan con lo puesto y otras vienen con bolsos. Con muchos hijos o con ninguno, grandes y jovencitas, acá recomienzan sus vidas y comparten con otras en un lugar seguro y con condiciones claras que ellas deben estar de acuerdo en cumplir”, precisó la directora de los dispositivos de atención integral de las violencias de género, Beatriz Galizia, a Rosario3 cuando mostraba las luminosas habitaciones que fueron reacondicionadas a nuevas, con camas y moisés, armarios, balcones con bachas para lavar. Nidos provisorios, donde lo primero es “dormir mucho tras el estado de alerta del que vienen”, agregó Mariana Alonso, directora de Atención y Prevención de la violencia de género. 

En el suelo del pasillo que une a las oficinas con el salón de usos múltiples, donde juegan y hacen talleres y el comedor, hay un ploteo recién colocado que desde ahora va a ser leído por las mujeres que ingresen. Éste reza: “Compartir, reparar, sonreír, ayudar”. Alonso recordó que “en los primeros encuentros de talleres, lo usual es que ninguna sonría, y ya en el quinto encuentro las vemos sonreír a ellas y también a sus hijos e hijas, luego de haber entablado vínculos acá”.

La referencia “acá” es la Casa Amiga, que reabre sus puertas el 1º de diciembre de este año, luego de un año y medio de refacciones para su mejor habitabilidad. Su ubicación se preserva del conocimiento público, incluso del conocimiento de las fuerzas policiales, para cuidar a las familias que residen provisoriamente allí. “Casa Amiga tiene 22 años en este mismo predio, así que era necesario reformar muchas cosas”, estableció Mariana. Para su refacción se requirieron 80 millones de pesos, y fue una inversión municipal con subsidio del Estado provincial.

Las mujeres y sus hijos residen en Casa Amiga o en el Alicia Moreau durante unos meses en busca de una nueva vida sin violencias. (Celina Mutti Lovera/Secretaría de Género municipal)

El otro centro de protección es el "Alicia Moreau". Este tiene 30 años de vida con el mismo objetivo de acompañamiento a quienes se encuentran en situaciones extremas con riesgo de vida por la violencia machista. Ambos son lugares pioneros en la región, de trabajo silencioso, que cabe valorar cuando se recuerda que en este país una mujer muere cada 30 horas.

“En cada caso, que es único, siempre se trabaja en red con las mujeres y con las organizaciones. Para que ingresen en Casa Amiga o en el "Alicia Moreau", primero las mujeres son entrevistadas por nuestros equipos profesionales, y no es necesario esto en todos los casos, porque muchas tienen redes familiares o amistades que pueden recibirlas en sus hogares, y el seguimiento lo hacemos telefónico. También se evalúa por el tipo de caso, porque no siempre es necesaria una reclusión de su barrio y de sus lugares habituales. Una vez evaluado el caso, realizan una denuncia formal en la Fiscalía, para que el ingreso sea oficial”, aclaró Beatriz.

En los últimos años, a comparación de generaciones anteriores, las funcionarias de atención en violencias coincidieron en destacar que se observan mucho más casos de salud mental por consumo de drogas (más que nada cocaína) junto a su pareja violenta, y aclararon que para ingresar en los refugios, el compromiso es cero consumo. La coordinadora general de la Secretaría de Género, Magdalena Peralta, recordó que al detectar que esto era cada vez más frecuente, "hubo una preocupación específica para ingresarlas, y se confeccionó un protocolo de actuación junto a la Secretaría de Salud, para que puedan ingresar, siempre con acompañamiento de equipos de salud mental". En ese marco se cuenta con un servicio de emergencias especial que no es el SIES, a disposición por si hay efectos graves en el acompañamiento, considerando episodios que puede haber por la abstinencia.

Alonso agregó a esto: “Los equipos en cada caso construyen abordajes y estrategias para su permanencia en la casa. Si bien cada historia es única, el patrón de la violencia es el mismo, del hombre en busca de permanencia de poder sobre la mujer, a pesar de que actualmente haya una sociedad un poco más igualitaria y de que hay educación sexual integral”.

La secretaria de Igualdad, Género y Derechos Humanos, Mónica Ferrero, estableció: “Rosario tiene muchas redes de mujeres, una por distrito, y estamos en contacto permanente. Este 25 de noviembre a todas ellas les vamos a acercar un recursero para que tengan a mano para ayudar a las víctimas recordando los modos de contacto que existen. Nos damos cuenta de que estamos en un campo simbólico muy complejo, donde hay que recordarles cómo contactarse al Teléfono Verde y el Contacto Violeta las 24 horas”.

Casa Amiga funciona desde hace 22 años y este último año y medio tuvo un proceso de refacción y refuncionalización para mejor habitabilidad de las mujeres.(Celina Mutti Lovera/Secretaría de Género municipal)

La remodelación de un nido histórico

Casa Amiga es un lugar institucional municipal de tránsito, donde decenas de mujeres comienzan una nueva etapa de reparación y reordenamiento de sus vidas junto a sus hijas e hijos. Y desde el ingreso hasta su egreso, que puede ser un mes, tres o seis meses después, sus equipos de coordinadoras, talleristas, trabajadoras sociales y psicólogas tejen una red nueva en la que cada ingresante se une al resto de sus habitantes. 

Si bien duermen en habitaciones separadas, se hacen compinches, cocinan juntas, charlan, esperan con muchas ganas el momento en que pueden dormir a los chicos para poder hacer algún taller de atrapasueños, por ejemplo. Porque en la mayoría de los casos, no recordaban cómo era tener un espacio para ellas mismas, y de escucha entre pares”, compartió Beatriz al finalizar el recorrido en el salón de usos múltiples, donde una de los coordinadores que estaban en ese momento figuró: “Acá donde está el metegol se lo corre a un costado, ponemos mat y hacen yoga”. El salón luminoso tiene ventanas en dos ventanas enfrentadas: una más pequeña, que da hacia el patio de ingreso, y la otra, un gran ventanal al patio central. Un horizonte, aunque sea de 20 metros, donde ellas proyectan el futuro posible sin violencias.

Además de la capacidad simbólica y de los equipos humanos, la Casa Amiga es un espacio amplio, con habitaciones bien divididas y baños, y que entre las obras que se realizaron, principalmente, hubo una reconversión eléctrica y de gas. Bajo acuerdo con el Gobierno Provincial y con otros municipios, cuando es necesario, además de rosarinas, se reciben víctimas de violencia de cualquier otra localidad de Santa Fe.
Alonso aclaró entonces: “El ingreso a un centro de protección es el último recurso: lo hacemos solo en los casos de riesgo de vida inminente, violencia extrema y sin posibilidades alternativas de resguardo, y siempre bajo la decisión de la ingresante”.

Una de las habitaciones con una casita de juguete, todo un símbolo de recomienzo de vida.(Celina Mutti Lovera/Secretaría de Género municipal)

La remodelación de Casa Amiga fue realizada con el objetivo de un cambio de paradigma de atención: se reemplazó la organización individual por una modalidad comunitaria que integra la cocina y el comedor como espacios comunes a todas, para la construcción de redes y procesos comunitarios de deconstrucción de vínculos violentos.

Se remodelaron las habitaciones con reparaciones estructurales y cloacales, red eléctrica, una nueva cocina central completa y despensa, y se reformó una habitación de la planta baja para personas con discapacidad motriz.

 

Cómo es la atención integral en violencia de género

El Sistema de atención integral en violencias de género es una política municipal que aborda las violencias que atraviesan las mujeres cis, trans y sus infancias a cargo. Funciona los 365 días, las 24 horas, articulando áreas municipales, organismos estatales y organizaciones sociales. Está compuesto por varios dispositivos que trabajan de manera coordinada en un circuito integral de atención, acompañamiento y protección ante situaciones de violencia en la ciudad de Rosario.

El Teléfono Verde es el primer contacto en situaciones de violencia, es de escucha activa, contención y evaluación de riesgos. Realizan coordinaciones con el 911 y la Secretaría de Control y Convivencia según el caso. 0-800 444 0420

El Contacto Violeta (número de WhatsApp 341-5781509) es una alternativa a quienes no pueden hacer un llamado. Es accesible para personas sordas, porque cuenta con agentes de lengua de señas. Y realiza una comunicación escrita bajo protocolo para detectar urgencias y asesoramiento jurídico y psicosocial.

Entre el Teléfono Verde y el Contacto Violeta, entre enero y octubre de este año se registraron más de 5450 consultas por asuntos de violencia de género. El promedio diario es de 18 contactos para pedir ayuda o asesoramiento. El pasado mes de octubre fue el de mayor demanda, con 681 consultas. Del total en el año, 2.272 fueron por el Teléfono Verde y 3.185 por WhatsApp.

Entre enero y octubre se alojaron en el Moreau 48 mujeres y 61 niñas y niños. Se gestionaron 53 prohibiciones de acercamiento, seis exclusiones del hogar del agresor, y 66 botones de alerta fueron solicitados al Ministerio de Seguridad.

El equipo de Violencias de Género (EVG) realiza tratamientos de escucha terapéutica durante tres o cuatro meses con perspectiva de género. Realiza seguimiento de botones de alerta por incumplimiento de medidas judiciales. Asesora sobre medidas de protección como exclusión del hogar, recupero de pertenencias y perimetrales. También realiza junto a la Subsecretaría de Hábitat emergencia habitacional, para reforzar la seguridad de hogares.

Los centros de protección en situaciones de violencia crítica, cuando no existe una red de apoyo suficiente, son un resguardo específico: alojamiento temporario cuando sus vidas están en riesgo y no cuentan con opciones habitacionales seguras.

Durante el tiempo que residen allí, se realiza un abordaje integral para proteger su integridad física, emocional y garantizar la restitución de derechos que perdieron. El ingreso es evaluado por los equipos de primera atención. Allí tienen acceso a la salud y talleres para la autonomía, donde se trabaja la autoestima, el autocuidado, los derechos, y capacitaciones con salida laboral.