“Opté por dejar el gimnasio, puedo achicarme por ahí”. La decisión de M. un hombre que tiene trabajo fijo y una familia a cargo, es la de muchas personas que, en medio de la crisis económica que atraviesa el país desde hace varios meses, buscan reducir sus gastos para llegar a fin de mes.

En Rosario existen entre 400 y 500 gimnasios o centros de actividad deportiva, de acuerdo a lo registrado por la asociación de gimnasios y centros deportivos de Rosario, que reune a 150. Su presidente, Luciano Gottig, confirmó a Rosario3 que la situación económica y social viene afectando al sector “notoriamente”.

Hay una merma de concurrentes, por los costos fijos que se han trasladado a las cuotas y también por la ola de calor impresionante. Entonces, vemos mucha gente que está buscando el descuento, las promociones, y muchos te dicen que abandonan por un tiempo porque sostener los gastos fijos de su economía personal. Dicen que volverán cuando la  economía esté más estable”, sostuvo.

“Estamos padeciendo el tema de los alquileres, que se han disparado”, comenzó con la enumeración de los costos fijos que, en ascenso, se convirtieron en un problema. “Hay que tener en cuenta que son espacios que hay que refrigerar, muchas veces de varios metros cuadrados. Lo mismo sucede en invierno con la calefacción para la zona de duchas, y demás. Todo se va elevando, también los materiales usados, desde cintas de correr y otras máquinas que son importadas, entonces están sujetas a los vaivenes del dólar. Lo mismo los repuestos cada vez que necesitás reparar algo”, agregó.

Para Gottig, lo difícil es trasladar estos aumentos a la cuota porque “hay una recesión muy grande en la economía que está haciendo que la gente intente achicar por donde puede”. Y añadió en este sentido: “Es muy complicado llevar la cuota a un aumento del 200 por ciento porque la haría inviable”.

Según señaló, en Rosario las cuotas de gimnasios se cobran entre 10 y 30 mil pesos mensuales. “A los dueños se les está haciendo difícil mantenerlas debido a los costos fijos. No recibimos subsidios”, advirtió.

“Si bien en Rosario hay gimnasios de todo tipo y podemos pensar que a los que concurre gente de clase media alta, los pueden seguir pagando, nosotros pensamos también en los centros deportivos que cumplen una función social en muchos barrios, que es mantener la gente haciendo actividad deportiva”, planteó y recordó que durante la pandemia presentaron una iniciativa que declare rubro esencial a estos espacios que garantizan la promoción de la salud en la población. “En medio de la crisis, estos centros prestan una asistencia social y es probable que tengan que cerrar sus puertas por los costos fijos”, determinó.

“Estamos preocupados realmente, vemos que si la devaluación continúa, si la inflación continúa,  lamentablemente, muchos centros deportivos de la ciudad de Rosario van a tener que dejar de existir ya sea porque no van a poder afrontar los duros alquileres y los insumos. Es por eso que esperamos que se estabilice un poco la economía, para también nosotros estabilizarnos y poder cobrar una cuota acorde”, confió.

Por último, observó: “Los meses más fuertes de este rubro comienzan en marzo, así que nosotros vamos a analizar hasta  junio cómo estamos y en junio obviamente vamos a tener un panorama de lo que va a hacer este año”.