El juez federal Sebastián Casanello ordenó este martes allanamientos en dos áreas del barrio cerrado de Nordelta, como parte de la investigación contra el jefe de seguridad del lugar, Ariel De Vicentis, acusado de haberle avisado al empresario Jonathan Kovalivker, investigado por presuntas coimas en el área de Discapacidad, que la policía lo estaba buscando.
De Vicentis declaró este lunes en indagatoria ante el juez Casanello y negó la acusación que pesa en su contra. La Justicia le secuestró dos teléfonos celulares que ya están en poder de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (Datip) del Ministerio Público Fiscal.
El pedido de indagatoria del jefe de seguridad de Nordelta lo hizo el fiscal de la causa, Franco Picardi, bajo la sospecha de que el hombre ayudó a Kovalivker, uno de los propietarios de la droguería Suizo Argentina, que este lunes se presentó en Comodoro Py con su abogado.
Las diligencias de ese martes, en tanto, se llevaron adelante en los sectores de La Isla y en el Golf del barrio cerrado. En ese marco se incorporaron videos de accesos y salidas a la investigación.
De Vicentis, que lleva más de 11 años trabajando en la seguridad de Nordelta, estaba de vacaciones el viernes pasado cuando la Policía de la Ciudad de Buenos Aires llegó a la garita externa del complejo en busca de los hermanos Kovalivker.
Pese a que no le tocaba trabajar, los investigadores sospechan que intervino para proteger a los empresarios ya que, cuando llegaron a la casa de Jonathan Kovalivker, él se había ido. Lo que encontraron fue una caja fuerte que estaba abierta y banditas elásticas tiradas en el piso.
A Emmanuel Kovalivker, hermano de Jonathan y otro de los dueños de la droguería Suizo Argentina, la Policía lo encontró cuando intentaba irse de Nordelta y le secuestró 266.000 dólares repartidos en una decena de sobres con anotaciones, además de $7.000.000, su celular y su pasaporte. La empresa de la familia está sospechada de haber pagado sobornos a la Agencia de Discapacidad.
A su vez, el secuestro de los teléfonos del ex director de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, se produjo el viernes pasado durante un operativo en un barrio privado de Pilar, poco después de que se difundieran los audios que dieron origen al escándalo. Allí se le incautaron dos aparatos: un smartphone, del que no aportó la clave de acceso, y otro hallado en su vehículo, que no sería de uso habitual. En las actuaciones también quedaron incautados los teléfonos de Emmanuel Kovalivker y Daniel Garbellini, ex director Nacional de Acceso a los Servicios de Salud de la Andis.



