Manchas extrañas aparecieron en el arroyo Ludueña que generaron un alerta en el Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) que denunció la situación generando una investigación al respecto. Buscan determinar si el agua fue contaminada y en ese caso, establecer las consecuencias sobre la población, la fauna y la flora y determinar quiénes son los responsables.
El director del organismo, Matías De Bueno, confirmó en diálogo con Cada Día (El Tres), que advirtieron la presencia de algún tipo de sustancia que manchó el agua. “Sale de un canal pluvial, por lo que puede ser desde cualquier lugar que se haya arrojado, sea en un canal clandestino o quizás, en alguna desembocadura, en la calle”, indicó.
“Es importante ver si esto generó realmente una contaminación. Alertamos y ya hicimos una denuncia a través de la página del ministerio Público de la Acusación (MPA) para que avance algún tipo de investigación por delitos de contaminación ambiental”, anunció. Según contó, la presentación derivó en la toma de muestras de parte de la Provincia que hará las pruebas pertinentes.
El especialista destacó que los resultados al igual que las imágenes que tomaron y compartieron en la web del MPA constituyen evidencia. “A veces en los análisis no se encuentra exactamente cuál es el contaminante pero se ve que hay distintos parámetros en cuanto a la calidad del agua”, advirtió.
Una posible contaminación puede repercutir sobre la fauna ictícola, los insectos y en la flora. “También hay muchos chicos que juegan, se bañan y pescan por acá. No es lo más recomendable pero sucede. Sobre todo si hay restos fecales, orgánicos, pueden traerle distintas enfermedades y si aparecen metales impacta más fuertemente”, alertó.
Una cloaca
En 2024, el último "Informe de Cuerpos Superficiales de Agua" sobre el arroyo Ludueña reveló algunos detalles que confirman la contaminación del curso, en especial en zonas de desagües industriales, comerciales y domiciliarios.
Entre otras anomalías, la descripción de las 51 tomas de muestras mensuales, realizadas entre octubre 2022 y marzo 2024, informó que detectaron "olor a cloaca" de forma repetida, a veces se observaron "capa blancuzca" y “burbujas” en la superficie y relevaron conductos de descarga.
Los niveles más altos de materia orgánica y otros contaminantes se registraron en la zona 2, al noroeste de la ciudad, según el trabajo realizado bajo convenio con la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura (FCEIA) de la Universidad Nacional Rosario (UNR).



