Betiana Solange Rossi, la mujer de 38 años que salió de su casa en el barrio porteño de Villa Real el pasado siete de febrero y de la cual nada se sabía desde entonces, apareció en la mañana de este sábado en la localidad bonaerense de Escobar luego de 19 días de incertidumbre.
Según informaron medios nacionales, la Policía Bonaerense la encontró sana y salva en unas cabañas en construcción de ese partido, cerca del puerto de Escobar y de un puesto de la Prefectura Naval. Los efectivos llegaron hasta allí tras el llamado de un vecino que la vio anoche refugiándose en el lugar.
"Me fui porque no quería hablar con nadie ni ver a nadie", habría dicho tras ser llevada a una comisaría. Rossi había sido vista por última vez el siete de febrero, cuando una cámara de seguridad la captó al salir del supermercado y circulando por las vías del tren de la localidad bonaerense.
Luego del aviso, personal del Destacamento Camino Isleño realizó un rastrillaje en la zona y finalmente dio con la mujer, que es mamá de tres varones de 18, 15, 13 años y, hasta septiembre de 2021, trabajó como ejecutiva en un reconocido banco.
Su familia se dirigió a dicha dependencia policial tras enterarse de la noticia, y ya por la tarde la mujer fue trasladada hacia Capital Federal para declarar en la fiscalía.
Betiana se había ido de la casa donde vivía desde hace dos años con sus padres, en Víctor Hugo y Beiró, después de una discusión con su nuevo novio por temas de dinero: el perfil crediticio de la mujer revela deudas recientes por poco más de medio millón de pesos.
Tras once días sin señales en la búsqueda, la Policía de la Ciudad de Buenos Aires halló, gracias a la triangulación de antenas de teléfonos, un rastro que abrió más interrogantes: una riñonera que contenía su DNI y su iPhone, además de una tarjeta Sube y un juego de llaves.
Las pertenencias fueron encontrados en un descampado de Tres de Febrero. El análisis de antenas en la causa investigada por el fiscal Marcelo Retes determinó que la última señal había sido emitida el día 11, cuatro después de la desaparición, cuando Rossi dejó su casa de Villa Real para no volver a ser vista.
El predio donde se halló la riñonera de Betiana linda con la estación Sáenz Peña, del ferrocarril San Martín, a una cuadra y media de donde había sido vista por última vez según las cámaras de seguridad, y donde se montó un operativo con perros y drones.
Si bien todavía se desconoce hace cuántos días estaba en ese lugar, los investigadores piensan que siempre estuvo en la zona norte del conurbano bonaerense.



