La Argentina recibió una donación de 82 millones de dólares de parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que sea destinada a proteger los bosques nativos y combatir la emisión de gases contaminantes en el medioambiente.

El convenio se firmó entre la Cancillería argentina y el Fondo Verde del Clima, organismo creado por Naciones Unidas para la lucha contra el cambio climático, en virtud de los logros obtenidos por el país en la reducción de emisiones a partir de la deforestación evitada durante el período 2014-2016 en las regiones del Parque Chaqueño, la Selva Tucumano Boliviana, el Espinal y la Selva Misionera.

Del acuerdo participó el representante regional para América Latina y el Caribe en la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por su sigla en inglés), Julio Berdegué.

"Desde la Cancillería nos comprometemos a seguir trabajando junto con el resto de los ministerios y la FAO para fortalecer las acciones del Programa Piloto de Pagos Basados en Resultados (REDD+), con miras a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático", afirmó el canciller Felipe Solá.

"Tenemos que preservar los bosques nativos por los compromisos que hemos asumido frente al Acuerdo de París", dijo Cabandíe.

El proyecto será ejecutado en forma conjunta entre el Ministerio de Ambiente de la Nación, las provincias y la FAO, en un plazo de seis años, junto con socios del Gobierno, la sociedad civil, instituciones del sector técnico-académico y Naciones Unidas.

Según el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, los 82 millones de dólares serán destinados para la preservación de cuencas forestales, extensión del área de bosques e incentivar el trabajo de una ganadería integrada con los bosques nativos.

"Tenemos una riqueza enorme con una gran extensión de bosques nativos que tenemos que preservar por los compromisos que hemos asumido frente al Acuerdo de París", concluyó el funcionario.

Entre los principales objetivos del proyecto también se destacan: el desarrollo de 95 planes integrales comunitarios para fortalecer medios de vida de las comunidades indígenas y campesinas; medidas de prevención de incendios y atención temprana; programas de extensión forestal y un sistema de comercialización de productos forestales para acompañar el desarrollo económico de los proyectos promovidos.