Hasta el momento, quien desee pasar una tarde remando en el río puede hacerlo sin requisitos previos. Esa libre circulación generó un alto número de embarcaciones que transitan sin reglas, lo cual ha generado problemas. Es por eso que desde las asociaciones de remo a tracción a sangre tomaron la determinación de darle un marco regulatorio a la situación. 

En base un proyecto que ya fue elevado, marcaron un protocolo de tránsito. Para cumplir con el mismo, las personas que quieran subirse a una embarcación deberán adjudicarse previamente un carnet habilitante.

“El crecimiento de la actividad náutica fue exponencial. Durante la pandemia la gente se volcó al agua. Los accidentes que se dan entre embarcaciones a motor y deportistas a remo, se suceden en las islas y en el centro del río. No tanto en las costas”, aseguró Andrea, una de las referentes del sector.

“Hay una idea presentada en la secretaría de deportes que es el carnet de remo. Hoy no hay control sobre quien puede remar en el Río Paraná. Lo que queremos es educar y que la cultura del río se extienda. Que se haga con responsabilidad, educación y convivencia”, aclaró la representante.

La idea es que, para obtener el carnet habilitante, cada persona que pretenda remar haga un curso de cinco clases. Los tópicos a tratar son las diferentes condiciones climáticas, lugares seguros para cruzar las islas e instrucción de técnicas y condiciones de seguridad.

El proyecto ya fue presentado desde las asociaciones de remo a tracción a sangre. Lo que resta es que que les den curso las autoridades municipales para regularizar las condiciones de tránsito en el río Paraná.