El procurador general de Brasil, Cléber Eustáquio Neves, exigió a General Motors que retire del mercado 1,2 millones de Chevrolet Onix de primera generación. La medida se tomó a raíz de un test realizado por un organismo de control que demostró que en caso de un choque lateral, las puertas traseras se abren solas.

“La deficiencia de este modelo es tan llamativa que cuando se realizó la prueba, su puerta trasera se abrió, demostrando el alto riesgo para sus ocupantes, especialmente los niños”, dictaminó el procurador.

A raíz de esa prueba que se hizo en 2017, Chevrolet decidió modificar el Onix y promovió una nueva evaluación del modelo en 2018. El Onix producido a partir del 15 de enero de 2018  fue mejorado con “refuerzos estructurales para la protección contra impactos laterales y elementos de absorción de energía en las puertas para el impacto lateral en la protección para adultos”.

Sin embargo, los Onix producidos hasta ese momento y con la deficiencia estructural descubierta en la prueba siguieron en circulación. Sólo contando a los Onix comercializados en Brasil, son 1,2 millones de unidades producidas entre los años 2012 y 2017.

No se explicó el motivo por el cual la Procuraduría demoró más de tres años en aplicar esta medida. El pedido recall abarca sólo al mercado brasileño, porque esa es la jurisdicción del procurador Neves.

Fuentes de GM Argentina indicaron a raíz de este fallo al medio Autoblog: “Desde GM no hacemos comentarios sobre casos que se encuentran en proceso judicial. Sin embargo, podemos afirmar que Onix siempre ha cumplido con todas las especificaciones legales de seguridad requeridas en Brasil y en todos los mercados donde se comercializa”.