Un submarino que llevaba cinco turistas durante una expedición para ver los restos del Titanic desapareció en el océano Atlántico y lanzaron una misión de búsqueda y rescate para tratar de encontrarlo.

La Guardia Costera de Boston, Massachusetts, en la costa este de Estados Unidos, lanzó la operación de rescate, y desde la empresa OceanGate, que opera estas expediciones, confirmaron que se trata de un sumergible.

Las labores de rescate se centran en un área ubicada aproximadamente a 1.450 kilómetros del Cabo Cod de Massachusetts, donde se presume que podría encontrarse el submarino, según informó la Guardia Costera en su cuenta de Twitter.

"Estamos explorando y movilizando todas las opciones para traer a la tripulación de vuelta sana y salva", declaró la compañía en un comunicado publicado por la BBC, en el que no detalló cuántas personas había a bordo.

"Toda nuestra atención se centra en los tripulantes del sumergible y sus familias", añadió la empresa, que recibió una "amplia asistencia" por parte de varias agencias gubernamentales y de otras empresas para intentar restablecer contacto con el submarino.

Los restos del barco se encuentran a unos 3.800 metros de profundidad y a unos 640 kilómetros de la isla canadiense de Terranova. En esa zona, distintas empresas se encargan de realizar viajes turísticos.

Sin embargo, OceanGate Expeditions es la única compañía que tiene un submarino, llamado "Titan", que es capaz de llegar al fondo del océano para ver los restos del Titanic de cerca. El submarino usado por esa empresa suele tener una tripulación de cinco personas y puede permanecer hasta 96 horas bajo el agua.

El sumergible es capaz de descender hasta los restos del barco, que se encuentran a unos 3.800 metros de profundidad.

La empresa había anunciado recientemente en su página web y en sus redes sociales que una expedición para ir a ver los restos del Titanic "estaba en marcha". El 14 de junio, la compañía dijo en Twitter que estaba usando el servicio satelital de la empresa de comunicaciones Starlink para mantener abierta la línea de comunicación con la expedición que se dirigía al Titanic.

Según promociona la compañía, el viaje en su sumergible de fibra de carbono es "una oportunidad para salir de la vida cotidiana y descubrir algo verdaderamente extraordinario". El precio de una expedición ronda los 250.000 dólares.