Un escenario que parece extraído de una película de ciencia ficción sorprendió a miles de usuarios en las redes sociales. Las costas de la Isla de Ormuz, en el sur de Irán, se tiñeron de un rojo intenso tras las recientes lluvias estacionales.
El fenómeno transformó el oleaje en una marea carmesí que impactó tanto a residentes como a turistas. Lejos de ser un evento contaminante, los expertos aseguran que se trata de un proceso geológico milenario que se reactiva con el clima.
El origen del óxido de hierro en el agua
La explicación científica detrás de este "mar de sangre" reside en la altísima concentración de óxido de hierro en el suelo de la isla. Hormuz es, esencialmente, un domo salino donde los sedimentos volcánicos y minerales se han acumulado durante eras geológicas.
Cuando las lluvias intensas golpean la superficie, arrastran el sedimento rico en hierro hacia la costa. Al mezclarse con el agua salada, este mineral —conocido localmente como "Gelack"— tiñe el océano con una tonalidad rojiza vibrante.
Un laboratorio geológico en el Golfo Pérsico
Ubicada en el Estrecho de Ormuz, esta región es apodada la "isla arcoíris" por su diversidad de colores. Además del rojo predominante, el paisaje ofrece formaciones de sal cristalina y arenas en tonos ocres, negros y dorados.
Este pigmento natural no solo tiene un valor estético, sino también una gran importancia económica para la región. El suelo rojo de la isla es utilizado por las industrias locales para fabricar cosméticos, cerámicas, pinturas y hasta como colorante alimentario.
Un fenómeno natural sin riesgos ambientales
El Ministerio de Turismo de Irán aclaró que, a diferencia de las "mareas rojas" provocadas por algas, este evento no representa un riesgo para la salud. La composición mineral es totalmente compatible con el ecosistema marino del Golfo Pérsico.
La intensidad del color suele variar según la fuerza de las mareas y la cantidad de milímetros precipitados. Actualmente, el enclave se consolidó como un punto de interés internacional para fotógrafos y científicos que buscan observar la interacción química de los minerales en estado puro.



