El Servicio Geológico de Estados Unidos, identificó un enjambre de más de 240 terremotos que se produjeron en California, entre la falla de San Andrés y la falla Imperial. Y además, el organismo pronosticó un notable aumento de la actividad sísmica en la zona durante las próximas semanas, según anunció en un comunicado.

El informe precisa que el sismo más fuerte fue de magnitud 4,9 y se produjo este 30 de septiembre cerca de la ciudad de Westmorland a las 5:31 (hora local), a 11,5 kilómetros de profundidad.

Los especialistas explican que en una semana típica, hay aproximadamente una probabilidad de 3 en 10.000 de que se produzca un terremoto de magnitud superior a 7 en esta región, pero advierten que "durante este enjambre, la probabilidad de terremotos más grandes es significativamente mayor de lo habitual".

El USGS planteó tres escenarios, de los cuales afirman que uno de ellos ocurrirá durante la próxima semana. El más probable es que la actividad del enjambre vaya disminuyendo durante los próximos siete días, pero de todas maneras se producirían algunos sismos de hasta 5,4 de magnitud que podrían causar daños en estructuras débiles y que se sentirían en las zonas aledañas a las fallas.

Un escenario menos probable es que se den terremotos de hasta 6,9 de magnitud y que serían seguidos por varias réplicas. Algo similar ya ocurrió en el área en 1981.

Mientras que el caso menos alentador es que se produzca un terremoto de magnitud mayor a 7, que si bien la probabilidad es pequeña, de suceder ocasionaría serios daños en las comunidades cercanas y sería seguido de fuertes réplicas.

Si bien no existe manera de saber cuándo y dónde sucederán los eventos telúricos, los análisis estadísticos de eventos pasados han demostrado que la probabilidad de grandes sismos es elevada durante los enjambres, por lo que los especialistas instan a la población que se encuentra en zonas vulnerables a tomar precauciones y mantenerse informados, según publicó RT.