Antes de la tregua de este miércoles, Rosario padeció un pico de temperatura de 39,3 grados. Si bien ese registro reciente del martes a la tarde fue el más caliente del año, no fue un hecho aislado o fuera de una serie. La ciudad reporta un aumento de la cantidad de ese tipo de eventos extremos en los últimos años.

La Red Argentina de Municipios frente al Cambio Climático (RAMCC) difundió un informe que refleja cómo se elevó en este siglo la cantidad de eventos definidos como “ola de calor” por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Según datos de la estación meteorológica Rosario Aero (SMN) y del satélite Merra 2 (Nasa), enero de 2022 fue récord desde los registros de 1964. Hubo tres olas de calor ese mes, que es cuando las temperaturas máxima y mínima se mantienen por encima de los valores límite durante al menos tres días seguidos. 

El año anterior, enero de 2021, hubo una ola de calor mientras que en 2008 y en 2005 se detectaron dos, que era el registro máximo hasta ahora.

Una constante que antes no existía

 

El estudio realizado por la licenciada en Recursos Naturales (UNR) Josefina Bordino para la RAMCC se detuvo “particularmente en el período comprendido entre el 6 al 26 de enero de 2022, cuando tuvo lugar un evento de ola de calor sin igual en cuanto a duración, intensidad y extensión” en el país. 

“El 72% del territorio argentino se vio afectado por este evento, en varias localidades del NEA la ola de calor se mantuvo por 10 días, siendo Posadas el récord máximo con una duración de 14 días y en el transcurso del evento, en reiteradas ocasiones, las temperaturas superaron considerablemente los 40°C, aún en lugares donde no es frecuente”, describe. 

Ese suceso en Rosario “se manifestó durante seis días, entre el 11 y 16 de enero, y estuvo precedido por un período de temperaturas extremadamente elevadas”. 

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“Sin embargo –continúa el trabajo–, no fue el único episodio de ola de calor ocurrido en dicho mes. De hecho, se manifestaron un total de tres eventos, lo cual constituye un récord histórico. Dentro de la serie de años estudiada, la máxima cantidad de olas de calor que se habían registrado durante enero fueron dos”.

El gráfico elaborado refleja otro cambio: “las olas de calor comenzaron a ser un evento constante, al menos durante el mes de enero, a partir del año 2003” mientras que en el siglo pasado (al menos en la serie desde 1964) eran una rareza. 

Días "peligrosos" y anomalías

 

En paralelo, esta semana el naturalista especialista en plantas nativas César Massi compartió en sus redes sociales un análisis propio realizado sobre el registro de temperaturas de la Nasa para Rosario. En 2022, la ciudad tuvo 40 días con más de 36° y de ellos diez llegaron o superaron los 40°. 

Esos indicadores contrastan, según los datos que expuso, “con los años de Niño: en 2015 (con mucha lluvia en Rosario) hubo solo cinco días con más de 36° y solo uno con más de 37°”. 

No se trata de datos anecdóticos. Massi explicó que ese tipo de temperaturas extremas implican "días de peligro" en "donde se pueden arruinar plantas que están al sol o bajo invernaderos abiertos". "Este año se vio mucho daño", describió sobre los efectos del cambio climático en el presente.

Sobre esas comparaciones interanuales, el informe de Bordino para la RAMCC se detiene también en el análisis de las anomalías de las temperaturas máxima, mínima y media para Rosario en el período 1991 - 2020. Esos registros “fueron excepcionalmente altos” y presentan anomalías de 4,3°, 2,3° y 3,1º por encima de lo normal. 

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