Hugo Fernando Ruiz Díaz tenía 29 años y murió el pasado 31 de diciembre de leptospirosis. Según confirmaron desde la Municipalidad de Rosario, el muchacho trabajaba en la limpieza de zanjas, una tarea en la que el contacto con aguas servidas favorece la propagación de la enfermedad. En el marco de la temporada de lluvias, alertaron sobre sus alcances y brindaron recomendaciones para evitar contraerla.

En contacto con Radiópolis (Radio 2), la directora de Epidemiología de la Secretaría de Salud municipal, Analía Chumpitaz, lamentó el deceso del muchacho y advirtió que el año pasado se produjeron 11 decesos por la enfermedad. “En esta época aumenta la posibildiad de enfermarse por el contacto de la piel con la orina de animales, en zonas de anegamientos por las lluvias que se producen”, señaló.

“Se la llama también enfermedad de los pantanos porque se puede contraer en zonas de bañados, donde la gente pesca, o en lugares donde se acumula agua y la gente anda descalza”, describió y explicó que “los síntomas son compatibles con otras enfermedades que pueden confundirse con la gripe”.

A fin de poner en alerta a la población, sostuvo: “Las personas que estuvieron en contextos de este tipo y a los 7 días presentan fiebre o dolores musculares deben atenderse”. Incluso, puede prevenirse con antibióticos que son suministrados en el marco de un tratamiento especial para la leptospirosis. Otra cuestión importante es cubrirse pies, manos y mucosas a la hora de desplazarse en zonas de riesgo.

Hugo

Los familiares del joven que murió por leptospirosis cuestionaron la atención que recibió en un sanatorio céntrico. Según contó Sabrina, su esposa, al diario El Ciudadano, los síntomas comenzaron días antes, pero el diagnostico llegó demasiado tarde. Según indicó la mujer, Hugo fue unas 4 veces por dolores y problemas para respirar y lo regresaron a su casa.

En la madrugada del domingo volvió al sanatorio donde lo dejaron nuevamente en observación, lo medicaron y lo mandaron de regreso. “Cuando lo llevé, él ya casi no podía respirar. Lo ingresaron en silla de ruedas porque ni podía caminar por el dolor de cuerpo. En el Sanatorio Laprida nunca le hicieron un análisis de sangre, porque decían que no era nada grave y porque había solamente una médica en terapia, en guardia y en las salas”, dijo Sabrina, la esposa.

El domingo a la tarde Ruíz Díaz se descompensó. Ingresó a la guardia y fue internado en terapia intensiva, siempre en el mismo sanatorio. El lunes le hicieron análisis de sangre y el martes al mediodía los resultados indicaron que tenía leptospirosis.

El martes 31 de diciembre Ruíz Díaz tuvo un paro cardíaco. “A la media hora nos dicen que sus órganos dejaron de funcionar y que solamente vivía por su corazón. A los 10 minutos nos dijeron que teníamos que esperar dos horas hasta que se corte. Y a las 16.50 del 31 de diciembre se cortó”, aseguró Sabrina.

El hombre trabajaba en una empresa “haciendo zanjas”. Según la mujer, el jefe no los atendió. “El patrón jamás llamó. Es más, lo llamábamos y nos cortaba. Los médicos nos dijeron que su enfermedad era laboral”, señaló. Este martes familiares y amigos se manifestaron en las puertas de EGEA (San Martín y pasaje Leticia, en zona sur) para pedir Justicia.

El sanatorio

Desde el Sanatorio Laprida expresaron que el paciente recibió la atención de varios especialistas y que tuvo una “muy mala evolución en muy poco tiempo”.

El médico Raul Ciñezky dijo a Rosario3 que la leptospirosis es una de las enfermedades endémicas “que tienen síntomas parecidos en el inicio y que recién se distinguen con el correr de los días”.

“El paciente fue revisado por varios especialistas y no fue dejado de atender en ningún momento. Consideramos que está dentro de los índices de mortalidad anuales por la enfermedad y son cosas inevitables en el marco de la atención en salud”, indicó el profesional.

La enfermedad

Se trata de una enfermedad zoonótica que puede contraerse mediante el contacto con aguas, terrenos húmedos, basura, escombros, o suelos contaminados con la orina de animales infectados con leptospiras como roedores, perros, gatos, bovinos, porcinos y equinos con la piel.

Las personas enfermas de leptospirosis pueden presentar desde un cuadro parecido a la gripe, hasta una enfermedad grave con compromiso hepático, renal y pulmonar. Los síntomas son similares al de una gripe: fiebre, dolor de cabeza, muscular o en muñecas o pantorrillas, enrojecimiento de las conjuntivas, sarpullido, náuseas o vómitos.

Se presentan luego de un período de incubación de 1 a 2 semanas y ante estas manifestaciones se debe consultar precozmente al efector de salud más cercano a su domicilio.

Recomendaciones

Evitar que los niños jueguen en lugares anegados.

Usar siempre calzado cubierto para trasladarse por las zonas de riesgo descriptas y guantes o bolsas plásticas para realizar la limpieza.

Utilizar guantes o bolsas de plástico para proteger las manos en caso de tener que retirar animales muertos, los que deberán ser introducidos en doble bolsa para su descarte.

El agua para consumo humano debe ser limpia y no contaminada. En caso de tener dudas sobre el estado de pureza del agua, se recomienda hervirla durante 2 o 3 minutos.

Limpiar y desinfectar las paredes, los pisos y otras superficies de la casa con lavandina diluida (nunca mezclar lavandina y detergente en el mismo balde porque puede ser tóxico).

Lavar las manos antes de comer, luego de tocar animales, después de ir al baño o de higienizar a los niños que usan pañales.

Si la persona estuvo expuesta y sin protección a aguas, terrenos o materiales potencialmente contaminados, debe acercarse al Centro de Salud más cercano para evaluar la situación y tomar medicación preventiva.

Si se presentaron síntomas como fiebre, dolor de cabeza o muscular, consultar rápidamente a cualquier efector de salud y no automedicarse.