María del Carmen Mendoza y Julio Campo, de 65 años y fallecieron de coronavirus con sólo 13 días de diferencia. Estaban a punto de cumplir medio siglo juntos, pero la pandemia le puso el punto final a esta historia de amor, con el desenlace más triste e inesperado.

La pareja además tuvo 2 hijos. Cesar (47) y Sergio (37). Los cuatro se contagiaron de coronavirus, pero el matrimonio falleció. Hoy, sus hijos, sus nueras y sus 7 nietos se mudaron a la casa paterna que quedó vacía.

Cesar Campo tiene 47 años, trabaja como maquinista gráfico y es el hijo mayor de este matrimonio. En una entrevista con Infobae, aseguró que su padre vivía a través de los ojos de su madre:

"Mi mamá era todo para él", contó emocionado y recordó que el mismo día en que María del Carmen falleció, Julio se descompensó severamente, a pesar de que estaba intubado pero se encontraba estable.

En julio, el coronavirus llegó a esta familia y los puso contra la pared: no sólo se llevó la vida del matrimonio, sino que también, golpeó a Cesar ya que (al igual que su hermano Sergio, de 37 años) se contagió y su cuadro fue tan grave que estuvo internado casi un mes. En el medio, sus padres fallecieron con apenas 13 días de diferencia.

También comentó como fue estar 22 días internado y enterarse de la muerte de sus padres:

"Mi mamá había fallecido ese 29 de julio. A los pocos días, el 11 de agosto, murió mi papá. Después de eso, tuve que quedarme una semana más internado con oxígeno y el hisopado me seguía dando positivo, pero ya me sentía mejor. Aún me quedan secuelas del COVID-19, porque me tiemblan las manos, me sube la presión arterial y me cuesta estar parado durante mucho tiempo".

Además luego de la internación lo esperaban malas noticias:

"Todavía no había podido caer con lo que había pasado con mis padres y aún hoy, no logro comprenderlo. Ellos fallecieron y yo salí de la internación. Llegué a la casa que alquilaba -con la presión en 18 y con palpitaciones- y mi mujer me dice que teníamos que desocuparla de inmediato: los dueños la habían vendido. Nunca nos dieron un contrato porque eran conocidos de hace varios años"

El hijo finalizó lamentándose su peor momento de la vida:

"En muy poco tiempo tuvimos que tomar muchas decisiones juntas, casi sin analizarlas, pero ambos teníamos que seguir pensando en nuestros hijos. Mi hermano es 10 años más chico, así que hoy nos aferramos y nos apoyamos muchísimo. Los dos, junto a nuestras esposas y nuestros 7 hijos, vivimos en la casa que desgraciadamente quedó vacía".