La Asociación del Casco Histórico de Rosario, que agrupa a muchos de los comerciantes de esa zona neurálgica de la ciudad, planteó un panorama muy preocupante en el marco de la cuarentena obligatoria y sobre todo del paro de transporte público, que ya lleva dos semanas y no tiene visos de solución por el momento. Aseguran que “el centro se muere en 60 días o menos si siguen estas condiciones”.

Desde esa asociación apuntaron que “el centro no resiste más”. A través de un comunicado, solicitan “medidas para salvaguardar a los miles de comercios del centro de nuestra ciudad y sus empleados”.

Describieron también que los dueños de locales comerciales “algunos están colapsados por las deudas y otros tuvieron que cerrar y se fueron con las deudas encima, y sin tener ingresos para afrontarlas, dejando  personas sin trabajo”.

En cuanto al paro de transporte, la entidad pidió “que las fuerzas vivas de la ciudad, el municipio y el Concejo gestionen con vehemencia ante quien corresponda para que vuelva a funcionar el transporte público, tras un paro insólito e histórico que hace ya  dos semanas”.

La Asociación argumentó que la medida “golpea con fuerza al centro de nuestra ciudad”. Y que “desde la intendencia, pasando por el Concejo y por el gobierno provincial, deben garantizar el acceso y movilidad de los vecinos hacia sus trabajos en el centro y a los consumidores y jubilados que tienen que ir a los bancos”.

En cuanto al horario comercial en el centro de Rosario, pidieron “que se baje el horario de apertura de los comercios a las 10 de la mañana cuanto menos y se extienda hasta las 18, máximo horario donde vemos algo de movimiento”.

También remarcaron que solucionando el conflicto del transporte “le daremos más chance a los comercios grandes de poder llamar a más empleados a trabajar, ya que en algunos casos se trabaja con el 30% de la plantilla y a los más chicos a poder vender algo más porque la gran mayoría casi no hace caja para salvar los gastos del día con este horario”.

“El centro no es comercialmente de cercanía, con los vecinos no alcanza a mover el amperímetro por la gran densidad de comercios, tenemos sobreoferta en este escenario de restricciones varias, que antes de la cuarentena garantizaban gran movimiento de personas”, finalizaron.

“Esperamos que se forme una mesa de trabajo entre las fuerzas vivas de la ciudad para destrabar urgente este conflicto y se articulen más medidas para ayudar a los comercios, sin olvidarse de incluir en esa mesa a las entidades tanto sindicales como las que trabajan para el desarrollo local”, cerraron.