María Branyas Morera de 115 años, nacida en Estados Unidos, es la nueva persona más anciana en el mundo, indicó un consultor del Guiness World Records tras la muerte el martes de la francesa sor André, de 118 años, quien ostentaba el título.

María vivió la pandemia de 1918, dos guerras mundiales y la guerra civil española, e incluso se recuperó por completo después de contraer Covid cuando tenía 113 años.

Su hogar de ancianos en la localidad de Olot, donde ha vivido durante los últimos 20 años, dijo que realizará una "pequeña celebración" en los próximos días para conmemorar "este evento tan especial".

"Ella goza de buena salud y se mantiene sorprendida y agradecida por el interés que se ha generado", dijeron.

La hija menor de María, Rosa Moret, de 78 años, atribuyó la larga vida de su madre a la "genética". Ella dijo a la televisión catalana: "Nunca ha ido al hospital, nunca se ha roto ningún hueso, está bien, no tiene dolor".

La familia de María le abrió una cuenta de Twitter, donde se describe a sí misma como "vieja, muy vieja, pero no tonta".

Nació en San Francisco el 4 de marzo de 1907 poco después de que su familia se mudara a los Estados Unidos desde México. Toda la familia decidió regresar a su España natal en 1915 cuando la Primera Guerra Mundial estaba en marcha.

La travesía estuvo marcada por la tragedia después de que su padre muriera de tuberculosis hacia el final del viaje y su ataúd fuera arrojado al mar. María y su madre se instalaron en Barcelona.

En 1931, cinco años antes del comienzo de la guerra civil española, se casó con un médico. La pareja vivió junta durante cuatro décadas hasta que su esposo murió a los 72 años. Tiene tres hijos, incluido uno que ya falleció, 11 nietos y 11 bisnietos.

María tocó el piano desde que era una niña hasta los 108 años, cuando perdió la agilidad en los dedos.

Apenas unas semanas después de celebrar su 113 cumpleaños, María se contagió de Covid y estuvo confinada en su habitación en su hogar de ancianos en Olot, pero se recuperó por completo.

En 2019, le dijo al diario barcelonés La Vanguardia: "No he hecho nada extraordinario, lo único que hice fue vivir".