En paralelo a los reclamos de propietarios de edificios patrimoniales por la falta de asistencia para afrontar costosos trabajos de mantenimiento, la concejala Fernanda Gigliani insistió con un pedido de informes que presentó en 2023 y que a la fecha no tiene respuesta. El mismo pide al municipio que detalle el estado del Fondo de Preservación Urbanística de Rosario, creado por ordenanza en 1991.
La edil recordó que el Fondo se conforma con un porcentaje de la Tasa General de Inmuebles -el 3%-, además de aportes provenientes de convenios público-privados, donaciones y otros recursos, y que debía destinarse “exclusivamente a solventar una política de defensa del patrimonio urbano, arquitectónico e histórico de la ciudad”. Entre otras funciones, debía servir para financiar restauraciones, campañas de concientización y, en algunos casos, expropiaciones.
En los considerandos del proyecto, Gigliani señaló que “existen en la ciudad innumerables edificios catalogados que manifiestan graves procesos de deterioro, algunos de los cuales representan situaciones de riesgo para los usuarios del espacio público” y subrayó que los propietarios suelen advertir que no pueden afrontar los costos de conservación.
El pedido, presentado en mayo del 2023, exige al Ejecutivo municipal que, en un plazo de 30 días –venció hace dos años–, detalle el estado de la cuenta del Fondo en el Banco Municipal desde diciembre de 2019 hasta la actualidad. Eso incluye información sobre ingresos, intereses acumulados, gastos efectuados, saldos no ejecutados y su destino, así como un listado de inmuebles y propietarios beneficiados.
Además, solicita que, en caso de existir un plan o programa de acciones a futuro con los recursos del Fondo, sea presentado como parte del informe.
El tema volvió a ponerse en agenda este lunes en la comisión de Planeamiento, donde consorcistas y administradores de edificios emblemáticos expusieron sobre la imposibilidad de costear obras de hasta 120 millones de pesos y advirtieron sobre riesgos de desprendimientos. Allí, además, denunciaron que desde la pandemia los propietarios ya no acceden a los subsidios del Fondo.
El debate se suma a otros casos que pusieron en foco la crisis del patrimonio edilicio en Rosario, como el pedido de demolición del inmueble lindero al ex cine Imperial y los reclamos por conocer qué se proyecta para ese histórico predio de Corrientes al 400.



