Las compañías de viajes buscan cubrir los requisitos de distanciamiento social seguros para la reactivación de los vuelos. En ese sentido un dispositivo que se ajusta a las salidas de aire existentes dentro de la cabina de un avión podría ayudar a reducir el riesgo de infecciones de SARS-CoV-2 durante los vuelos.

“En lugar de la distancia, es el flujo de aire el que juega el papel más importante en la propagación del covid-19 en un avión. Basándonos en nuestra investigación en curso, una solución a este problema podría ser sorprendentemente simple”, afirmó la compañía de tecnología Teague.

Es por eso, que la empresa, con sede en Seattle, anunció que su nuevo dispositivo AirShield mejora los flujos de aire que ayudan a minimizar la propagación de gérmenes a bordo, creando un “escudo invisible alrededor de los pasajeros”, según publicó Infobae.

La compañía explicó que funciona de manera similar a la cortina de aire caliente que se suelen usar en las puertas de cualquier tienda durante los meses de invierno. 

Esta lámina crea una barrera alrededor de cada asiento que interrumpe la circulación normal del aire. “Cuando un pasajero respira, tose o incluso estornuda, el vapor de agua se contiene dentro de ese espacio para pasajeros y es inmediatamente redirigido hacia abajo y fuera de la cabina a las unidades de filtración antes de que tenga la oportunidad de entrar en el espacio personal de un pasajero vecino”, aseguró Teague.