Después de casi tres meses de protestas en todo el país por la muerte de la joven Mahsa Amini, las autoridades de Irán anunciaron en las últimas horas la disolución de la Policía de la Moral

El pasado 13 de septiembre, una de esas patrullas detuvo en Teherán a la joven Mahsa Amini, de etnia kurda y de 22 años, por presuntamente llevar mal puesto el velo islámico con que las mujeres deben cubrirse la cabeza y el pecho en la República Islámica de Irán. Tras la detención, la joven colapsó en la comisaría y murió en un hospital tres días después. 

"La Policía de la moral no tiene nada que ver con el Poder Judicial", aseguró este fin de semana el fiscal general del país, Mohammad Jafar Montazeri. Esta abolición es considerada como "un gesto hacia los manifestantes" que tomaron las calles de distintas ciudades del país tras la muerte de Amini en septiembre de este año.

En tal sentido, la decisión se comunicó un día después de que las autoridades anunciaran que la ley de 1983 sobre la obligatoriedad del velo "se estaría revisando". El presidente iraní, Ebrahim Raisi, declaró el sábado que los fundamentos republicanos e islámicos de Irán estaban afianzados constitucionalmente, pero que había "métodos de aplicación de la Constitución" que podían ser "más flexibles".

Policía de la Moral

 

La Policía de la Moral, conocida como Patrullas de Orientación, fue creada bajo el mandato del ultraconservador presidente Mahmud Ahmadineyad (2005 a 2013) para "difundir la cultura de la decencia y el hiyab", el velo femenino.

Las patrullas están formadas por hombres con traje verde y mujeres que llevan un chador negro, una prenda que recubre todo el cuerpo salvo la cara y empezaron a funcionar en 2006.

Las amenazas a los jugadores de Irán en el Mundial de Qatar 

En el primer partido ante Inglaterra el 21 de noviembre los jugadores iraníes se negaron a cantar el himno nacional a modo de protesta. Tras este hecho todo el plantel del equipo fue convocado a una reunión con miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán (CGRI), y según trascendió, las autoridades iraníes advirtieron a los jugadores que sus familias se enfrentarían a situaciones de "violencia y tortura" si no cantaban el himno nacional o si se unían a alguna protesta política contra el régimen de Teherán.