Dos argentinas quedaron varadas en Nepal en medio del estallido social que se desató en la ciudad capital, Katmandú, a raíz de una crisis política y social por la que ya se registraron al menos 25 muertos y más de 600 personas heridas.
El conflicto, que provocó la renuncia del primer ministro K.P. Sharma Oli, desencadenó una escalada de la violencia en las calles por la que hubo incidentes y enfrentamientos entre manifestantes y el ejército.
Clara Rivero, una agente de viajes oriunda de Entre Ríos, contó que la situación estalló justo cuando ella y su prima llegaron al lugar junto a un grupo de diez agentes de viajes invitadas a recorrer Nepal y Bután como parte de una propuesta comercial para evaluar nuevos destinos –fam trip–.
“Estamos bien, nunca estuvimos en peligro concreto”, afirmó la mujer en diálogo con Radio Rivadavia, y relató cómo fue que quedaron atrapadas en medio de las manifestaciones.
El grupo, que llegó a la capital nepalí el lunes, pudo conseguir traslado al hotel Hilton sin problemas. Pero al instalarse allí comenzaron a recibir noticias sobre los disturbios, que en ese momento “no eran tan graves”, comentó Rivero, quien también mencionó que en el grupo “había españoles, una chica de Perú” y “otra señora de Colombia”.
El martes, luego de desayunar, el grupo salió a visitar otro hotel ubicado en las afueras. “Cuando queríamos volver, ya no podíamos. La calle estaba llena de gente, fuego, manifestaciones. Caminamos sorteando eso para regresar”, detalló.
Cuando regresaron al Hilton, notaron que había humo saliendo del edificio y, siguiendo la recomendación de los locales, decidieron no acercarse. “Nos dijeron que no nos acercáramos porque era peligroso. Pensamos que era una protesta más en la puerta”, contó Rivero.
En ese momento fueron hasta otro hotel, de la cadena Holiday Inn, y desde el ventanal de su nueva habitación pudieron ver cómo el incendio cobraba cada vez mayor magnitud en el edificio en el que habían dejado todas sus pertenencias.
“Yo decía: «Bueno, vendrán los bomberos y apagarán esto». Estaba en el piso nueve y lo veía quemarse, quemarse, quemarse. Nunca apareció nadie”, afirmó una de las argentinas que quedaron varadas. Y siguió: “Hoy a la mañana parecía que estaba apagado, pero se reavivó. Ya estaba todo perdido”.
Rivero remarcó que nadie llegó al lugar para sofocar el incendio, que arrasó con su equipaje. “Perdimos todo. Todo el grupo perdió todo, pasaportes incluidos”, expresó, y aclaró que desde entonces continúan en el mismo hotel, sin poder salir por el toque de queda y sin acceso a tiendas para reponer lo básico.
“Estoy con la misma ropa, la voy a lavar y secar con el secador”, comentó.
Lo que sí consiguieron fue comunicarse con el embajador argentino ante la República de la India y concurrente en Nepal, Mariano Caucino, quien confirmó que no hay argentinos heridos ni muertos en el país.
“Nos conectó con la cónsul y estamos viendo qué necesitamos llevar al consulado de Brasil, que sí está en Katmandú, para que nos hagan los datos biométricos y mandarlos a la embajada. Nos darían un pasaporte de emergencia que solo sirve para volver a la Argentina”, explicó, por lo que deberán cancelar el viaje a Bután que era parte de su itinerario.
El viaje también incluía una actividad para sobrevolar el Everest, que fue suspendida. “Hoy a la mañana teníamos programado hacer el vuelo para estar bien cerca del Everest, que está buenísimo. Y obviamente no lo hicimos”, se lamentó Clara.
Cómo quedó el hotel en el que se hospedaban las argentinas
Además del Hotel Hilton de Katmandú, varios edificios gubernamentales, desde la Corte Suprema y el Parlamento hasta las casas de los ministros, incluida la residencia privada del primer ministro nepalí KP Sharma Oli, también fueron incendiados en las protestas del martes.
Nepal'de hırsız yöneticilerin servetleri garanti değil
NEPAL'de yolsuzluklara duyulan nefret, kalabalıkları, rejimi temsil eden "lüks" ve "haksız kazançla elde edilen servetlere" yöneltiyor.
Katmandu'da bunun simgesi olan beş yıldızlı Hilton otelini ateşe verdiler. pic.twitter.com/j4xWWBn1Yt— Adelina Sfishta (@AdelinaSfishta) September 10, 2025
Las protestas han sido denominadas como el movimiento de la “Generación Z”, refiriéndose generalmente a personas nacidas entre 1995 y 2010, que han expresado su frustración creciente contra los partidos políticos a quienes culpan de corrupción sistémica.



