El arzobispo de Rosario, Eduardo Martin, brindó una reflexión acerca de la pandemia del coronavirus. Consideró que se trata de una oportunidad de aprendizaje para mejorar individualmente y como sociedad y también para refugiarse en la espiritualidad y la fe. Su postura en relación a los denominados “anticuarentena”.

En diálogo con Radiópolis (Radio 2), el sacerdote señaló: “Son tiempos difíciles, fuimos puestos a prueba, a ver cómo es la pasta humana. Nos trae esto muchas enseñanzas que ojalá podamos tomar, para crecer como personas y sociedad, para ir a una sociedad más humana, justa y fraterna”, comenzó.

Para el religioso, la pandemia “nos ha permitido percibir que somos vulnerables y frágiles, hemos puesto mucha confianza en la tecno ciencia que iba a dar respuesta a todas las dificultades del ser humano pero no, nos deja desarmados ante un virus. Esto nos hace abrir el corazón al misterio, a dios. Nos hace reconocernos dependientes de Dios”.

También remarcó que la propagación del coronavirus ha permitido “igualarnos ante la muerte” y explicó en ese sentido: “La muerte le llega a cualquiera, acá murió en Rosario murió un cónsul (chileno), no uno de La Lata”.

En relación a la cuarentena, observó: “La cuarentena no cura ni elimina el virus, hay que comprender que los funcionarios están ante algo desconocido. Día a día se va como a tientas, buscando respuestas para dar soluciones”.

En ese sentido, consultado sobre la postura de los “anticuarentena”, advirtió: “EL Papa sigue todas las indicaciones, nos vemos afectados al no tener la misa y lo hemos hecho todo lo exigido entendiendo que es una situación de emergencia. Los que niegan la pandemia tienen discursos temerarios, no puedo afirmar lo que dicen aunque todos tengamos preguntas”, concluyó.