Aunque el calor sofocante dio tregua, el verano aún se siente. Y tras las intensas lluvias, se siente húmedo. El aire quedó cargado de agua, aunque el cielo ya volvió a mostrarse celeste de nuevo. El miércoles será para abanico y repelente.

Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), este miércoles la temperatura treparía a 31 grados. Temprano esta mañana, la humedad era del 98 por ciento y la presión de 1007.8 hPa.

La semana cerraría con mucho calor hasta que el sábado por la noche llueva de nuevo y las máximas comienzan a bajar de nuevo un poco.