Los temores de la Tercera Guerra Mundial pero espacial, se desataron después de que Rusia hizo estallar uno de sus propios satélites, y Estados Unidos y el Reino Unido condenaron el incidente. Los detalles

La explosión arrojó 1.500 piezas de escombros al espacio y obligó a la tripulación de la Estación Espacial Internacional (ISS), cuatro estadounidenses, dos rusos y un alemán, a refugiarse en cápsulas, informó la BBC.

El portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, dijo: "Hoy temprano, la Federación de Rusia realizó imprudentemente una prueba de satélite destructiva de un misil antisatélite de ascenso directo contra uno de sus propios satélites. La prueba ha generado hasta ahora más de 1.500 piezas de escombros orbitales rastreables y cientos de miles de fragmentos de escombros orbitales más pequeños que ahora amenazan los intereses de todas las naciones".

Continuó describiendo la acción rusa como "peligrosa e irresponsable", y agregó que demostró que las "afirmaciones del país de oponerse al uso de armas en el espacio son falsas e hipócritas. Estados Unidos trabajará con nuestros socios y aliados para responder a su acto irresponsable", dijo.

El administrador de la Nasa Bill Nelson dijo que estaba indignado por el incidente: "Con su larga y legendaria historia en vuelos espaciales tripulados, es impensable que Rusia ponga en peligro no solo a los astronautas estadounidenses e internacionales asociados en la EEI, sino también a sus propios cosmonautas".

"Sus acciones son imprudentes y peligrosas, y también amenazan a la estación espacial china ya los taikonautas a bordo".

El secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, dijo que la prueba "muestra un total desprecio por la seguridad, la protección y la sostenibilidad del espacio". "Los escombros resultantes de esta prueba permanecerán en órbita poniendo en riesgo los satélites y los vuelos espaciales tripulados durante los próximos años", añadió.

Sin embargo, la agencia espacial rusa Roscosmos restó importancia al incidente y tuiteó: "La órbita del objeto, que obligó a la tripulación hoy a moverse hacia la nave espacial de acuerdo con los procedimientos estándar, se ha alejado de la órbita de la ISS. La estación está en la zona verde".

El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, respondió: "Las acusaciones de Estados Unidos de que Rusia supuestamente crea riesgos para el uso pacífico del espacio son hipócritas, no existen tales hechos. Preferiríamos que Estados Unidos, en lugar de acusaciones infundadas, realmente se siente a la mesa de negociaciones y discuta sus preocupaciones sobre el tratado que Rusia y China están proponiendo para prevenir esta carrera armamentista (en el espacio). Sería muy interesante para nosotros no escuchar excusas, sino una posición concreta y razonada".

El material descarriado pasó sin incidentes y parece provenir de un satélite espía ruso roto, Kosmos-1408. El satélite pesaba más de una tonelada y se había lanzado en 1982, pero había dejado de funcionar hace muchos años, según publicó Daily Star.