Para cuidar la vida de los chicos que van todos los días y también de quienes trabajan en el espacio, el referente de un comedor de Rosario decidió no abrir sus puertas a comienzos de esta semana después de que una casa ubicada enfrente, según relató en Radio 2, fuera atacada a balazos durante la tarde del domingo. 

Aunque se desconoce cuál fue el objetivo de los atacantes, la persona que lleva adelante el lugar, que prefirió preservar su identidad y la ubicación del comedor por seguridad, contó este jueves en Radiópolis que el domingo "tiraron cinco tiros" y que el lunes los mismos atacantes “estuvieron merodeando de vuelta”. Eso lo llevó a tomar la determinación de no abrir. 

"Tenemos más de 48 familias que asisten. Hoy estamos evaluando si abrimos o no, la gente está preguntando y eso se ve día a día. Hay otros comedores a algunas cuadras. Los chicos necesitan el plato de comida, no podemos estar así", lamentó. 

El miedo por lo que pueda suceder fue más fuerte y lo llevó a no abrir el comedor durante lunes, martes y miércoles, pese a la necesidad de muchos chicos del barrio que van por un plato de comida caliente cuando salen de la escuela. Este jueves aún no habían decidido qué hacer. 

El encargado del espacio, que es vecino del barrio, también mencionó con cierta resignación que en la zona “de vez en cuando” se ve pasar un patrullero de la Policía, pero que “seguridad no hay” y es un flagelo que padecen a diario. 

"Hay narcotráfico en todos lados. Los que tiran no son del barrio. Bajaron, dispararon y no dejaron nada", agregó sobre la balacera del domingo. 

Mientras tanto, esta semana el comedor estaba cerrado, sin certezas sobre cuándo y bajo qué condiciones de seguridad podrán volver a abrir las puertas.