La Municipalidad de Rosario hizo público este martes su plan local de Acción Climática 2030. La iniciativa consiste en una serie de medidas, algunas ya se empezaron a implementar, con las que se busca que la ciudad logre adaptarse a los efectos que el cambio climático ya están generando y a reducir el impacto ambiental que las metrópolis producen a diario.

“El mundo climático define al «hacer» como mitigar y adaptarnos, que son las acciones más conocidas. El escenario actual no es de profunda desesperanza y desazón sino que es un llamado a la acción porque, por cada punto que se incrementa la temperatura (por la inacción o acción inadecuada), tenemos más impactos y riesgos”, detalló la subsecretaria de Acción Climática y Transición Ecológica Justa, Pilar Bueno.

Ante esto, presentó el trabajo conjunto que llevaron adelante desde la Secretaría de Ambiente junto con el comité asesor frente al Cambio Climático. En total son 62 acciones concretas que se dividen en siete ejes, tres de mitigación y cuatro de adaptación a la situación actual.

De acuerdo a las estimaciones realizadas por los especialistas, en el caso de poder cumplir con todas estas acciones, se podría llegar al 2030 con una reducción del 22% de las emisiones de gases de efecto invernadero, compuesto por un 10% en materia de residuos, un 7% en lo relacionado a la movilidad y un 5% en energía.

Lo interesante de la presentación es que cada uno de estas 62 acciones se van a poder ir monitoreando a través de la página web de la Municipalidad. Los interesados en hacer el seguimiento pueden ingresar en Rosario.gob.ar, allí buscar el Plan Local de Acción Climática Rosario 2030 e ingresar al sistema de monitoreo.

Desde allí se puede acceder a las distintas fichas donde se detalla el objetivo de la iniciativa y su nivel de avance. 

Entre las medidas se destacan las relacionadas a mejorar el tratamiento de los residuos en la ciudad de Rosario apuntando a la separación en origen. Para esto se están llevando adelante dos iniciativas, una apunta a la población en general y otro a los grandes generadores de desechos.

En lo que respecta a los residuos domiciliarios, bajo el programa Barrios Verdes se proyecta llegar al 2030 con el 30% de la población separando residuos orgánicos. Actualmente se está realizando una prueba piloto en la zona norte y noroeste de la ciudad.

Para los grandes generadores de residuos, que están obligados a contratar el servicio de recolección diferenciada, la iniciativa municipal busca sumar beneficios para quienes separen los residuos antes de entregarlos. Entre otras cosas, proponen una reducción del costo final que tienen que abonar por el retiro de los desechos.

Con estos dos programas ya en marcha, el municipio tiene proyectada una nueva planta de Clasificación y Compostaje que permita procesar unas 150 toneladas de residuos diarios. Además también se avanza en mejoras en el predio donde actualmente se clasifican los residuos reciclables para que se puedan procesar cerca de 80 toneladas diarias.

A todo esto, se le suma también el proyecto para poder aprovechar el biogás que actualmente se genera en el relleno sanitario. La idea es llegar al 2030 con la tecnología instalada para generar una potencia de 3 MW. Por el momento el proyecto se encuentra en la etapa inicial.

En lo que respecta a la energía, una de las acciones más ambiciosas del Plan Local de Acción Climática apunta a hacer obligatorio que las nuevas construcciones cuenten con energía solar fotovoltaica interconectada a la red eléctrica.

En el caso de que el proyecto se apruebe en el Concejo, el objetivo es llegar al 2030 con 5.000 conexiones de equipos fotovoltaicos y 10.000 calefones solares, lo que representaría una reducción del 25% de energía fósil en cada construcción.

De la “conducción eficiente” a las “zonas caminables”

 

Por su parte, en materia de transporte están quizás las medidas más particulares. Por un lado se sostiene que están llevando adelante obras de infraestructura para la inserción de vehículos de Movilidad Personal (monopatines eléctricos) al resto de los medios de transporte. También aseguran estar llevando adelante campañas de concientización y control sobre quienes ya utilizan estos dispositivos.

Otro de los proyectos apunta a capacitar a los conductores de transporte para que realicen una “conducción eficiente”. Se trata de un conjunto de técnicas, reglas y actitudes por parte de los conductores para lograr la operación óptima del vehículo que resulte en un consumo eficiente de energía, menores costos de combustible y mantenimiento, disminución de emisiones, y seguridad y confort de conductores y usuarios. 

En teoría, esta iniciativa se encuentra en etapa de implementación y se apunta a llegar al 2030 con el 50% de los conductores aplicando estas técnicas para hacer más eficiente el uso de sus vehículos.

Pero quizás la iniciativa más llamativa de las que se plantearon en transporte tiene que ver con la elaboración de un proyecto para aumentar las “zonas caminables” de la ciudad de Rosario.

De acuerdo a la ficha, la idea consiste en “elaborar un diagnóstico que contemple los aspectos normativos, técnicos, socioambientales y económicos necesarios para mejorar la accesibilidad peatonal y promover la movilidad sostenible en zonas altamente congestionadas y transitadas por vehículos privados”

Lo curioso del proyecto es que, al menos en la ficha, no se hace referencia a la mejora de las veredas de Rosario que desde hace un tiempo se han convertido en espacios “poco amigables” para el peatón.

Todos estos proyectos se pueden seguir desde el sistema de Monitoreo y desde la secretaría de Ambiente asumieron el compromiso de ir actualizando las fichas a medida que haya novedades en las iniciativas.